Como es bien sabido, uno de los aspectos más importantes del cuerpo humano es la salud visual y se le debe prestar una gran atención, no se debe descuidar. Por eso, es de vital importancia eliminar malos hábitos que pueden afectar los ojos.
Estas costumbres negativas que deterioran la salud visual con el paso de los meses son, por ejemplo, estar un tiempo prolongado al frente de dispositivos electrónicos, intentar leer en espacios oscuros, no usar lentes cuando ya han sido recetados, observar el sol fijamente sin protección, entre otras más.
A pesar de que los ojos se deben cuidar cada vez más, algunas de las afecciones más comunes a nivel mundial están relacionados con los mismos. Y, precisamente, una de las más frecuenta entre las personas es el astigmatismo.
El astigmatismo es un defecto visual que consiste en no poder enfocar bien los objetos generando una visión borrosa y distorsionada desde cualquier distancia. Esto ocurre cuando la córnea, capa externa y transparente del ojo, no es simétrica ni presenta en todos lados la misma curvatura.
“El astigmatismo se diagnostica mediante un examen ocular. Un examen ocular completo incluye una serie de pruebas para comprobar la salud de tus ojos, y una refracción, que determina cómo los ojos desvían la luz. Es posible que el oculista use varios instrumentos, dirija luces intensas directamente a tus ojos y te pida que mires a través de varios lentes. El médico utiliza estas pruebas para examinar diferentes aspectos de los ojos y la vista, y para determinar la receta óptica necesaria para una visión clara con anteojos o lentes de contacto”, explica Mayo Clinic.
Los síntomas de alerta de esta afección, de acuerdo con el National Eye Institute, son los siguientes:
- Visión borrosa.
- La necesidad de entrecerrar los ojos para poder ver claramente.
- Dolor de cabeza.
- Fatiga ocular.
- Problemas de visión en la noche.
Afecciones relacionadas: la conjuntivitis
Según Mayo Clinic, es “una inflamación o una infección en la membrana transparente (conjuntiva) que recubre el párpado y la parte blanca del globo ocular. Cuando los pequeños vasos sanguíneos de la conjuntiva se inflaman, se hacen más visibles. Esto es lo que hace que la parte blanca del ojo se torne rojiza o de color rosa”.
La entidad mencionada resalta que la causa más común de la conjuntivitis es “una infección bacteriana o viral, una reacción alérgica o, en bebés, un conducto lagrimal parcialmente abierto”. Algunos síntomas de la conjuntivitis son estos:
- Visión borrosa.
- Costras que se forman en el párpado durante la noche (más a menudo a causa de bacterias).
- Dolor de ojos.
- Aumento del lagrimeo.
- Picazón en los ojos.
- Sensibilidad a la luz.
Dependiendo la causa de la conjuntivitis, se pueden presentar otros síntomas. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades los explica:
Conjuntivitis viral:
- Puede presentar junto con los síntomas del resfriado, la influenza (gripe) o de otra infección respiratoria.
- Frecuentemente comienza en un ojo y puede pasarse al otro en pocos días-
- Las secreciones del ojo suelen ser acuosas en lugar de espesas.
Conjuntivitis bacteriana:
- Generalmente está asociada a secreciones, que pueden provocar que los párpados se peguen.
- En algunos casos, ocurre con una infección de oído.
Conjuntivitis alérgica:
- En la mayoría de los casos afecta a ambos ojos.
- Puede producir picazón, inflamación y lagrimeo intensos de los ojos.
- Puede presentarse con síntomas de alergia, como picazón de la nariz, estornudos, irritación de la garganta o asma.
Conjuntivitis causadas por irritantes:
- Puede causar lagrimeo y secreciones mucosas.
El portal Saber Vivir menciona algunas recomendaciones para disminuir los síntomas de la conjuntivitis:
- Evitar tocarse los ojos.
- Aplicar compresas frías en los párpados.
- Utilizar lágrimas oculares lubricantes.