La retinopatía diabética es una afección que se desarrolla en el ojo y puede provocar pérdida de la visión y ceguera en las personas que son diagnosticadas con diabetes. “Afecta los vasos sanguíneos de la retina (la capa de tejido sensible a la luz en la parte de atrás del ojo)”, explica el Instituto Nacional del Ojo de Estados Unidos.
Esta afección puede causar que los vasos sanguíneos se hinchen y filtrar líquido. Cuando no se realiza un tratamiento oportunamente, quienes sufren de esta afección pueden tener desprendimiento de la retina.
Cualquier persona que tenga diabetes tipo1, diabetes tipo 2 o diabetes gestacional está en riesgo de sufrir retinopatía diabética. El riesgo aumenta según el tiempo que haya transcurrido de tener la enfermedad.
“Las mujeres que tienen diabetes y quedan embarazadas, o las mujeres que desarrollan diabetes gestacional, corren un alto riesgo de desarrollar retinopatía diabética. Si tiene diabetes y está embarazada, hágase un examen completo de ojos con dilatación de las pupilas lo antes posible. Consulte con su médico si necesitará otros exámenes de los ojos durante su embarazo”, explica el Instituto Nacional del Ojo de Estados Unidos.
Este instituto señala que la retinopatía diabética generalmente no presenta síntomas. Puede que algunas personas sientan cambios en su visión, como problemas para leer o ver objetos a larga distancia.
“En las etapas avanzadas de la enfermedad, los vasos sanguíneos de la retina comienzan a sangrar en el vítreo (un fluido con la consistencia de gel en el centro del ojo). Si esto sucede, es posible que vea manchas oscuras flotantes o líneas que parecen telarañas. Algunas veces, las manchas desaparecen por sí solas, pero es importante recibir tratamiento de inmediato. Sin tratamiento, el sangrado puede volver a ocurrir, empeorar o provocar cicatrices”, agrega.
Prestar atención a los síntomas de alerta
MedlinePlus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, explica que los problemas asociados con la diabetes no suelen manifestar síntomas en las primeras etapas. Por eso, a continuación brinda algunas señales a las que se debe prestar atención y consultar a un médico, en caso de tenerlas:
- Dolor en los ojos.
- Enrojecimiento de los ojos.
- Sombra oscura en la visión, como si fuera una cortina.
- Visión borrosa.
- Visión que sufre cambios.
- Dificultad para ver los colores.
Asimismo, los expertos aconsejan consultar al médico regularmente y realizar exámenes periódicos para revisar la vista y recibir un diagnóstico oportuno en caso de tener alguna afección ocular. Por eso, los expertos recomiendan realizar evaluaciones oculares regularmente para prevenir e identificar problemas visuales a tiempo. Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, señala que las personas que tienen más de 65 años deben consultar al oftalmólogo u optómetra anualmente.
“Cuánto tiempo dejar entre exámenes se basa en cuánto puede esperar antes de detectar un problema ocular que no presenta síntomas”, menciona la Biblioteca.
La Organización Mundial de la Salud muestra que en el mundo, al menos 2.200 millones de personas tienen una deficiencia visual. De esa cifra, mil millones podrían haber sido evitadas o aún no han recibido el tratamiento adecuado. Sobre esa misma línea, informe mundial sobre la visión de 2020 señala que en las próximas décadas se aumentará significativamente la necesidad en todo el mundo de atención ocular.
Prevención
Respecto a la vista, los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés) brindan algunas recomendaciones para mantener unos ojos sanos:
- Controlar la glucosa en la sangre, la presión arterial y el colesterol, conocidos como los factores clave del manejo de la diabetes.
- Dejar de fumar y, si es posible, buscar ayuda para lograrlo.
- Realizarse un examen de los ojos con dilatación de pupilas anualmente.