Comúnmente se habla de los beneficios que tiene la leche para aportar nutrientes y proteínas que son claves para la salud de los músculos y los huesos. Sin embargo, poco se escucha sobre el efecto que tiene este alimento en los ojos.
Lo cierto es que es un tema que ya ha sido abordado por los científicos. Por ejemplo, un estudio que realizaron investigadores de la Universidad de Sydney, Australia, se dedicó a analizar cuál era el efecto de consumir productos lácteos a diario en la salud visual de los individuos.
Los autores de la investigación siguieron a cerca de 2.037 personas de 49 años o más durante 15 años y evaluaron cuál era el comportamiento del consumo de lácteos y el estado de su salud visual conforme se modificaban esos hábitos alimenticios.
Los investigadores no solo se centraron en los productos lácteos normales, sino que también recogieron datos sobre aquellos productos lácteos cuyos niveles de grasa se habían reducido. Específicamente, se centraron en determinar qué tan frecuente era la degeneración macular retiniana de los pacientes en comparación con su consumo de productos lácteos.
Se trata de una afección que se presenta cuando se pierden las áreas del centro del campo visual, lo cual genera síntomas como la visión borrosa o distorsionada, la pérdida parcial de la visión, dificultades para ver cuando hay luz tenue, la visualización de manchas e incluso problemas para ver líneas rectas que en ocasiones pueden parecer onduladas.
“Un menor consumo de productos lácteos (normales y bajos en grasa) y calcio se asoció de forma independiente con un mayor riesgo de desarrollar DMAE (Degeneración macular retiniana) tardía incidente a largo plazo”, puntualizaron los investigadores.
Dicho de otra forma, las personas que tenían un consumo frecuente de productos lácteos (sin importar si tenían grasa o no) mostraban menores probabilidades de desarrollar enfermedades oculares como la degeneración macular retiniana.
El secreto está en la vitamina A
Una de las razones por las cuales la leche podría tener efectos positivos en la salud visual está en que es una fuente rica de vitamina A, la cual es clave para mantener la salud de los ojos.
“La vitamina A tiene un rol muy importante en su visión. Para ver todo el espectro de luz, el ojo tiene que producir ciertos pigmentos para que la retina funcione correctamente. La deficiencia de vitamina A impide la producción de estos pigmentos, lo que ocasiona ceguera nocturna”, señala la Academia Americana de Oftalmología.
“El ojo también necesita vitamina A para nutrir otras partes del ojo, como la córnea. Sin suficiente vitamina A, los ojos no pueden producir suficiente humedad para que se mantengan debidamente lubricados”, agrega esa organización médica.
De hecho, señala que la falta de esa vitamina es la principal causa de pérdida de la visión entre los niños. Según los cálculos de la organización citada, entre 250.000 y 500.000 niños se quedan ciegos anualmente por cuenta de una deficiencia de vitamina A. Esto, a su vez, afecta gravemente su estado de salud general, pues alrededor de la mitad de los niños que quedan ciegos tienen riesgo de fallecer menos de un año después de perder la visión.
“En mujeres embarazadas y en período de lactancia, la deficiencia de vitamina A causa ceguera nocturna y puede contribuir a mortalidad materna debida a daños al sistema inmunológico (defensas contra enfermedades). Esto aumenta la probabilidad de morir de malaria, sarampión y diarrea”, concluyó la Academia Americana de Oftalmología.
Esa organización señala que hay poblaciones que están en mayor riesgo de perder la visión a raíz de una deficiencia de vitamina A. En este grupo se encuentran las personas que padecen condiciones como la desnutrición, la diarrea y enfermedades como el sarampión.
También están más expuestos a la deficiencia de vitamina A los niños pequeños, las mujeres embarazadas, y los pacientes que se han sometido a una intervención quirúrgica bariátrica o que presentan inflamación intestinal, enfermedades en el hígado y el páncreas.