Fumar es dañino para la salud, ya que afecta casi todos los órganos del cuerpo, como, por ejemplo, la visión. Es más, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), señaló los fumadores tienen más probabilidades de perder la visión y la audición:

1. Fumar causa muchas afecciones oculares que, si no se tratan, pueden llevar a una pérdida permanente de la visión.

Los fumadores tienen tres veces más riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular que el resto de la población. | Foto: Con derechos gestionados de Getty Images

2. Los fumadores son más propensos que los no fumadores a sufrir una degeneración macular relacionada con la edad, una afección que resulta en la pérdida irreversible de la visión.

3. Los fumadores también tienen un mayor riesgo de sufrir cataratas, una opacificación progresiva del cristalino que bloquea la entrada de luz. La catarata causa deficiencias visuales que solo se solucionan mediante una intervención quirúrgica.

4. Asimismo, hay datos que indican que fumar causa glaucoma, una enfermedad que aumenta la presión intraocular y puede dañar la visión.

¿Hay diferencias entre hombres y mujeres a la hora de fumar?

De acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, los hombres tienden a consumir todos los productos de tabaco en mayor cantidad que las mujeres.

Fumar es uno de los hábitos nocivos para la salud. | Foto: Copyright Dazeley | Getty Images

“Los resultados de estudios de neuroimágenes sugieren que el fumar activa más los circuitos de recompensa en los hombres que en las mujeres. Este hallazgo concuerda con la idea de que los hombres fuman por el efecto reafirmador de la nicotina, mientras que las mujeres lo hacen para regular el estado de ánimo o en respuesta a señales relacionadas con el cigarrillo”, explicaron los NIH.

Beneficios para la salud de dejar de fumar

  • A los 20 minutos de dejarlo: la presión arterial y el ritmo del pulso bajan a la normalidad.
  • A las 12 horas de dejarlo: los niveles de monóxido de carbono en la sangre bajan a la normalidad.
  • De 2 semanas a 3 meses de dejarlo: mejora la circulación y la función pulmonar aumenta.
Fumar daña a casi todos los órganos del cuerpo. | Foto: Semana
  • De 1 a 9 meses de dejarlo: la tos y la dificultad para respirar mejoran. Los pulmones y las vías respiratorias tendrán más capacidad de manejar las mucosidades, limpiar los pulmones y reducir el riesgo de infección.
  • A los 5 años de dejarlo: el riesgo de padecer cáncer de boca, garganta, esófago y vejiga disminuye a la mitad. El riesgo de cáncer cervical se reduce al mismo nivel de una persona que no fuma. Después de dos a cinco años de dejarlo, el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular puede reducirse al mismo nivel de una persona que no fuma.
  • A los 15 años de dejarlo: el riesgo de enfermedad cardíaca coronaria es el mismo de una persona que no fuma.

Referencias