Con el paso de los años, el uso constante de pantallas e incluso la mala alimentación, el organismo puede experimentar fallas en algunos órganos, como es el caso de los ojos y la pérdida de visión.

El astigmatismo y la miopía son dos de los padecimientos a los que se enfrentan millones de personas en el mundo.

Según el Instituto Nacional del Ojo de Estados Unidos, el astigmatismo es un problema común que puede hacer la visión borrosa o distorsionada. Este es un padecimiento que se presenta cuando la córnea, que es la capa transparente en la parte frontal del ojo o el cristalino, una parte interna que ayuda a enfocar, tienen una forma anormal.

Una de las señales más comunes para distinguir la afección es cuando la persona tiene la necesidad de entrecerrar los ojos para ver claramente, también puede sentir dolor de cabeza, fatiga ocular y problemas de visión en la noche.

La miopía se trata de un problema de refracción que hace que los objetos lejanos se vean borrosos. Pasa cuando la forma del ojo hace que la luz se enfoque en un área enfrente de la retina (una capa de tejido sensible a la luz en la parte de atrás del ojo), en vez de hacerlo en la propia retina, explica el Instituto Nacional del Ojo.

Es preciso señalar que los signos de que una persona pueda estar sufriendo de miopía están centrados en que la persona tiene problemas para ver objetos que se encuentran lejos, los ojos se suelen secar con mayor facilidad, y pueden llegar a sentirse cansados o doloridos.

¿Cómo prevenir la miopía?

Una de las mejores formas de cuidar la salud visual es el consumo de una alimentación adecuada que sea rica en vitaminas como la A, C y E. La vitamina A, particularmente, es un poderoso nutriente que permite mejorar la visión, en especial la nocturna. Algunos estudios han comprobado que ingerirla en una dosis correcta puede prevenir la aparición de enfermedades oculares como las cataratas y la degeneración macular asociada a la edad.

Estas vitaminas tienen propiedades antioxidantes, las cuales ayudan a proteger las células contra los efectos de los radicales libres, o sea, las moléculas generadas cuando el cuerpo descompone alimentos o cuando se expone al humo del tabaco y radiación, explica Mayo Clinic.

Tiene propiedades antioxidantes, según el instituto de investigaciones Mayo Clinic. “Los antioxidantes son sustancias que pueden proteger las células contra los efectos de los radicales libres, es decir, moléculas generadas cuando el cuerpo descompone los alimentos o cuando se lo expone al humo de tabaco y a la radiación”, precisa la mencionada institución.

Otras vitaminas clave

La vitamina C, por su parte, es un nutriente que ayuda a proteger los ojos de los rayos ultravioleta, aportando en la prevención de enfermedades de la retina y el cristalino. De acuerdo con algunas investigaciones, la ingesta adecuada de esta vitamina ayuda a mantener los vasos sanguíneos oculares sanos. Esta vitamina se puede encontrar en frutas como kiwis, fresas, naranjas y pomelos y en verduras como el brócoli y los pimientos.

En cuanto a la vitamina E, se trata de un importante agente antioxidante con efectos positivos en la visión, que incluyen la previsión o retraso de enfermedades como las cataratas y la degeneración macular asociada a la edad. Este nutriente se puede hallar en la espinaca, la acelga, el maní y el aceite de oliva, entre otros alimentos.