El sentido de la vista es el más desarrollado de los cinco que poseen las personas. Diversos estudios señalan que casi el 50 % de la actividad cerebral se dedica a procesar las imágenes que se captan de la realidad y que, además, el grueso de las experiencias sensoriales que un individuo tiene son visuales.

Sin embargo, como sucede con los otros sentidos (oído, tacto, olfato, gusto), este se va afectando con el paso del tiempo. Es común que a cierta edad las personas necesiten usar gafas para contrarrestar problemas como miopía, hipermetropía o astigmatismo, entre otros. Con la edad, observar los pequeños detalles e identificar algunos objetos puede resultar difícil.

Los expertos recomiendan realizar evaluaciones oculares regularmente para prevenir e identificar problemas visuales a tiempo. La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, indica que las personas que tienen más de 65 años deben consultar al oftalmólogo u optómetra anualmente.

Una de las mejores formas de cuidar la vista es con una alimentación adecuada. Consumir alimentos ricos en vitaminas A y C y minerales como el zinc es determinante para el cuidado no solo de los ojos sino de la visión.

Uno de los alimentos recomendados es el polen de las abejas, el cual destaca por las proteínas y vitaminas que contiene. Este alimento posee casi todos los nutrientes que necesita el ser humano; es el único que contiene los 22 aminoácidos esenciales para el organismo, según información del portal Mejor con Salud.

El polen de abeja cuenta con una amplia gama de nutrientes, entre ellos las vitaminas A y C, claves para el cuidado de la visión. | Foto: Getty

Es rico en vitaminas como la C, un antioxidante imprescindible para tener una vista sana. Ayuda a reducir el riesgo de padecer enfermedades oculares como las cataratas y su carencia puede provocar la degeneración macular progresiva.

También contiene vitaminas A, D, E, B1, B2, B6, ácido nicotínico y ácido pantonénico. Es uno de los alimentos más ricos en vitaminas que existen. De igual forma, posee minerales como sodio, potasio, magnesio, calcio, aluminio, hierro, cobre, zinc, manganeso, plomo, sílice, fósforo, cloro y azufre; y aminoácidos tales como la alanina, arginina, cistina, glicina, histidina, isoleucina, lisina, fenilalanina y triptófano.

Es un producto que aporta numerosos beneficios a la salud de las personas. Uno de ellos es precisamente mejorar la visión, gracias a que ayuda a prevenir la oxidación celular que afecta a los ojos con el paso del tiempo, y a prevenir la falta de visión y otros problemas oculares como la degeneración macular, las cataratas y otras enfermedades.

Además de este alimento, la vitamina C puede hallarse en productos como la papaya, el kiwi, las fresas, el mango, el melón, brócoli, la col rizada y el pimiento rojo y el verde.

En la dieta para cuidar la visión también es importante incluir alimentos ricos en vitamina A, que es clave para mejorar la vista e imprescindible para la visión nocturna. La carencia de la misma en la dieta puede provocar sequedad en los ojos, úlceras en las córneas, disminución de la visión e incluso ceguera. Una de las mejores formas de obtenerla es mediante el consumo de lácteos, zanahoria, calabaza, tomates, yema de huevo, melón, espinacas y brócoli, entre otros.

La visión borrosa es uno de los principales problemas de la vista. Foto: GettyImages. | Foto: Gettyimages

Cuidados básicos

De acuerdo con expertos de la Clínica Baviera, de España, los ojos, que son el centro neurálgico del sentido de la vista, son órganos muy pequeños pero a la vez muy delicados. Por ello, los cuidados que se tengan con los mismos deben convertirse en hábitos diarios. Estas son algunas recomendaciones.

- Llevar una alimentación rica en vitaminas A y C, que son indispensables para el buen funcionamiento del aparato ocular.

- Revisar la iluminación de los lugares donde las personas se encuentren a diario, bien sea en la habitación, el estudio y la oficina.

- Cuidar la exposición al sol y usar unas gafas de sol adecuadas.

- Dormir el número de horas suficientes para descansar bien.

- Aprender técnicas para relajar la vista, sobre todo después de jornadas de trabajo o estudio especialmente largas. La idea de cualquier técnica es aliviar la fatiga visual y rebajar la tensión que se acumula en los músculos del aparato ocular. En este sentido, los cambios de enfoque son algunas de las opciones que más recomiendan los especialistas.

- Acudir a revisiones periódicas, sobre todo a partir de edades en las que los ojos pueden empezar a presentar algunos problemas, como vista cansada o cataratas.