Las vitaminas son nutrientes clave en la alimentación, debido a que su ingesta es determinante para el buen funcionamiento celular, el crecimiento y el desarrollo normal de las personas, entre muchas otras funciones. Cada una de ellas tiene una tarea a cargo en el organismo como, por ejemplo, la vitamina B12 es necesaria, según la FAO, para la producción de glóbulos rojos sanos.
La carencia de esta vitamina puede ocasionar síntomas o afecciones distintas en el organismo. Larry E. Johnson, médica de University of Arkansas for Medical Sciences, señala que un déficit grave de la misma puede provocar un daño neurológico y, en consecuencia, ocasionar hormigueo o pérdida de sensibilidad en las manos y los pies, debilidad muscular, pérdida de reflejos, dificultad para caminar, confusión y demencia.
Además, la carencia de esta da lugar a la anemia, lo que a su vez provoca fatiga, palidez y debilidad. La anemia por la falta de vitaminas es la falta de glóbulos rojos saludables, cuya causa se atribuye a tener menor cantidad a lo normal de B-12 y de folato. Esto sucede si las personas no comen suficientes alimentos que la contengan, o si su cuerpo tiene problemas para procesar o absorberlas, según el portal Mayo Clinic.
Sin estos nutrientes el cuerpo produce glóbulos rojos que son demasiado grandes y que no funcionan adecuadamente. Por lo tanto, esto reduce su capacidad de llevar oxígeno.
Los adultos jóvenes que sufren anemia perniciosa (debido a la ausencia del factor intrínseco) son más propensos a desarrollar cáncer de estómago y otros cánceres gastrointestinales, según el portal experto en medicina, MDSmanuals.
¿Cómo saber que se tiene un déficit de esta vitamina?
Síntomas que indican falta de esta vitamina:
- Diarrea o estreñimiento.
- Fatiga, falta de energía o mareo al pararse o hacer esfuerzo.
- Pérdida del apetito.
- Piel pálida.
- Sentirse irritable.
- Problemas de concentración.
- Dificultad respiratoria, sobre todo durante el ejercicio.
- Inflamación y enrojecimiento de la lengua o encías sangrantes.
Cuando no se tratan a tiempo estos síntomas y no se empieza a consumir la cantidad de vitamina B12 que requiere el paciente se pueden presentar complicaciones más graves que pueden afectar de manera directa las funciones neuronales; esto sería algunos de sus síntomas:
- Confusión o cambio del estado mental (demencia) en casos graves.
- Problemas de concentración.
- Psicosis (pérdida del contacto con la realidad).
- Pérdida del equilibrio.
- Entumecimiento y hormigueo de manos y pies.
- Alucinaciones.
Alimentos con vitamina B12
Según el estudio Trace minerals, and other micronutrients la vitamina B12 está presente en la mayoría de los alimentos de origen animal como pescado, carne, aves, huevos, leche y otros productos lácteos.
Por lo general, los alimentos de origen vegetal no contienen esta vitamina. Por otro lado, según el estudio, en algunos cereales comerciales fortificados se encuentra este nutriente como aditivo. En especial, los alimentos más ricos en esta vitamina son:
- Las vísceras (hígado de res).
- Los mariscos (almejas).
- La carne de res, carne de aves, huevos, leche y otros productos lácteos.
- Algunos cereales fortificados y levaduras nutricionales para el desayuno.
Para saber si la vitamina B12 se le ha agregado a un producto alimenticio es importante revisar la tabla de información nutricional en la etiqueta de los alimentos.
De igual forma, este nutriente puede hallarse en los suplementos multivitamínicos y multiminerales. De acuerdo con los expertos, suele presentarse en una forma denominada cianocobalamina. Otras presentaciones habituales son la adenosilcobalamina, la metilcobalamina y la hidroxicobalamina.
En el caso de la vitamina B12 inyectable se puede administrar si un médico la ha recetado. En general, esta forma se utiliza para tratar su deficiencia, que es común que se presente en personas mayores de 50 años, aquellas que siguen una dieta vegetariana o vegana, quienes han tenido una cirugía de estómago o intestinal, como la cirugía para bajar de peso y pacientes con afecciones digestivas como la enfermedad celíaca o la enfermedad de Crohn.