La vitamina B12 es un nutriente que se caracteriza por ayudar a mantener la salud de las neuronas y la sangre. Además, contribuye a la formación del ácido desoxirribonucleico (ADN), que es el material genético que se encuentra en todas las células, según información de los Institutos Nacionales de Salud, de Estados Unidos.

Esta vitamina es bien importante para el cuerpo porque también ayuda a prevenir la anemia megaloblástica, un trastorno de la sangre que causa cansancio y debilidad.

La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos asegura que este nutriente es importante para el metabolismo de proteínas y aporta en la formación de glóbulos rojos.

La vitamina B12 se encuentra naturalmente en alimentos de origen animal, como pescado, carne, aves, huevos, leche y productos lácteos. Normalmente, no se encuentra en los alimentos vegetales, aunque hay algunos que la contienen.

De acuerdo con los expertos, los cereales fortificados para el desayuno son una fuente disponible de vitamina B12, por lo que es una de las formas en que, por ejemplo, los vegetarianos pueden obtenerla. Algunos productos nutricionales de levadura también contienen vitamina B12.

Las personas pueden obtener las cantidades recomendadas de vitamina B12 consumiendo una variedad de alimentos, que incluyen: las vísceras (hígado de res); mariscos, principalmente las almejas; la carne de res, de aves, huevos, leche y otros productos lácteos

También se puede hallar en algunos frutos secos, tales como las almendras que, además, proporcionan importantes cantidades de ácidos grasos de buena calidad; los anacardos; las avellanas, que son ricas en vitamina E y calcio; el maní; la castaña, que aporta energía y las nueces, que ofrecen una serie de nutrientes no solo para el cuerpo, sino para el cerebro.

Según la Biblioteca Nacional de Medicina, el cuerpo absorbe mejor la vitamina B12 de las fuentes animales que de las pocas vegetales que la aportan. Los especialistas aseguran que no es muy común que una persona tenga deficiencia de esta vitamina, pero se puede presentar en quienes son mayores de 50 años, aquellas personas que siguen una dieta vegetariana o vegana, las que han tenido una cirugía de estómago o intestinal, como aquellas que se practican para bajar de peso o tienen afecciones digestivas como la enfermedad celíaca o la de Crohn.

¿Qué pasa si hay deficiencia de esta vitamina?

Según los Institutos Nacionales de Salud, el cuerpo almacena entre 1.000 y 2.000 veces la cantidad de vitamina B12 que ingiere en un día. Por este motivo, los síntomas de deficiencia de vitamina B12 pueden tardar varios años en manifestarse.

Cuando el organismo no cuenta con las cantidades adecuadas de este nutriente, es posible que la persona se sienta cansada o débil. “Estos son síntomas de la anemia megaloblástica, que es característica de la deficiencia de vitamina B12″, precisa la citada fuente.

Adicionalmente, es muy común que la persona tenga la piel pálida, presente palpitaciones, tenga pérdida de apetito o se enfrente a una baja de peso e infertilidad. Otra de las manifestaciones es que las manos y los pies pueden presentar adormecimiento u hormigueo, lo cual es un signo de problemas de los nervios.

Otros síntomas de la deficiencia de vitamina B12 son problemas de equilibrio, depresión, confusión, demencia, mala memoria y ulceraciones en la boca o en la lengua.

De acuerdo con los especialistas, en los bebés, los signos de una deficiencia de vitamina B12 incluyen retraso en el crecimiento, demoras en alcanzar los hitos característicos del desarrollo y anemia megaloblástica.

Si bien no es muy normal que se presente, la deficiencia de esta vitamina en el organismo también puede causar daños en el sistema nervioso, incluso en personas que no tienen anemia megaloblástica. Por eso, es importante tratar cualquier deficiencia lo antes posible y en caso de presentar algunos de estos síntomas, lo mejor siempre es recurrir al médico para que indique el tratamiento correspondiente.