La niacina (también conocida como vitamina B3) ayuda a convertir los alimentos que se consumen en la energía que se necesita, de acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés).
Además, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos Medline Plus señaló que la niacina también ayuda al funcionamiento del aparato digestivo, la piel y los nervios.
Por ello, su consumo hará que la piel luzca más brillante, la hidrate, se restaure, se observe un tono más parejo y además, ayuda a reducir los signos del envejecimiento.
En consecuencia, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, señaló que la niacina suele formar parte de un multivitamínico diario, pero la mayoría de las personas obtienen la cantidad necesaria de los alimentos que comen y algunos de los alimentos ricos en niacina son las levaduras, la leche, la carne, las tortillas y los granos de cereales.
No obstante, el consumo de esta vitamina depende de la edad y el sexo y estas son las recomendaciones del NIH:
- Del nacimiento a los 6 meses de edad: 2 mg
- Bebés de 7 a 12 meses de edad: 4 mg
- Niños de 1 a 3 años de edad: 6 mg
- Niños de 4 a 8 años de edad: 8 mg
- Niños de 9 a 13 años de edad: 2 mg
- Adolescentes hombres de 14 a 18 años de edad: 16 mg
- Adolescentes niñas de 14 a 18 años de edad: 14 mg
- Hombres adultos mayores de 19 años de edad: 16 mg
- Mujeres adultos mayores de 19 años de edad: 14 mg
- Mujeres y adolescentes embarazadas: 18 mg
- Mujeres y adolescentes en período de lactancia: 17 mg
De hecho, si se consumen altas dosis de niacina se pueden tener efectos secundarios como:
- Enrojecimiento intenso de la piel combinado con mareos.
- Latidos cardíacos rápidos.
- Picazón.
- Dolor abdominal.
- Diarrea.
- Gota.
- Daño hepático.
- Diabetes.
Por tal tazón, antes de consumir algún alimento o suplemento, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique que es lo más adecuado para cada persona, pues la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.
Por su parte, otras vitaminas imprescindibles que se deben consumir para el cuidado de la piel son:
- Vitamina A: esta sustancia proporciona la protección necesaria ante la radiación solar. Existen dos tipos diferentes de vitamina A. El primer tipo, la vitamina A preformada, se encuentra en la carne vacuna, carne de ave, pescado y productos lácteos. El segundo tipo, la provitamina A, en frutas, verduras y otros productos de origen vegetal.
- Vitamina C: es un nutriente hidrosoluble y en el cuerpo actúa como antioxidante, al ayudar a proteger las células contra los daños causados por los radicales libres. Las frutas y verduras son las mejores fuentes de vitamina C, tales como naranjas y pomelos/toronjas y sus jugos, así como pimientos rojos y verdes, kiwi, brócoli, fresas, melón, papas horneadas y tomates.
- Vitamina E: actúa como antioxidante, conservando las reservas de colágeno y las células. Además, ya que ayuda a crear una barrera para protegerla de los rayos del sol y difuminar las cicatrices, es buena para eliminar las imperfecciones. Si la persona sufre de estrías, ayuda a que estas no sean tan visibles, según L’Oréal. La sustancia está presente en: aceites de germen de trigo, girasol, cártamo, los aceites de maíz y soja; frutos secos como maníes, avellanas y, en especial, almendras y las semillas como las semillas de girasol; y hortalizas de hojas verdes, como la espinaca y el brócoli.