Cuando un cartílago se inflama, o quizá, se daña, aparecen síntomas como la dificultad de movimiento o dolor intenso en las articulaciones.
La enfermedad que desgasta los cartílagos se denomina osteoartritis, que según el Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas de la piel, es una enfermedad que impacta las articulaciones que se deterioran con el paso de los años.
Tal y como lo señala la entidad, la osteoartritis suele aparecer en la edad adulta, más exactamente por el envejecimiento, todo esto a partir de los 50 años. Sin embargo, los jóvenes también pueden verse aludidos por ella. Es de mencionar que el sobrepeso, los movimientos bruscos, y antecedentes familiares son algunas causas de su aparición.
Para evitar daños en los cartílagos es importante tener una dieta balanceada, siendo las vitaminas A, C y D los nutrientes más apropiados para regenerar los cartílagos.
Vitamina A
De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, MedlinePlus, la vitamina A se almacena en el hígado que se encuentran en:
- Alimentos como la carne, el pescado, y los lácteos son ricos en vitamina A; y la provitamina A en frutas y verduras; por ejemplo, el betacaroteno es provitamina A y es un antioxidante, mismo que elimina los radicales libres que dañan las células del cuerpo.
Entre las principales funciones que cumple la vitamina A -conocida también como retinol- es ser partícipe en la formación de tejidos óseos y blandos. Cuando en el cuerpo hay un déficit de vitamina A, una persona puede padecer:
- Xeroftalmia: es una afección en la que los ojos son secos, porque este no produce lágrimas.
- Ceguera nocturna
- Piel escamosa
Pero cuando hay un exceso de vitamina A, esta puede intoxicar a una persona, o provocar malformaciones en un feto.
Vitamina C
Esta vitamina es hidrosoluble y tiene como función reparar los tejidos del cuerpo, como los tendones, los vasos sanguíneos, la piel, reparar cartílagos, y ayudar en la absorción de hierro para evitar el desarrollo de anemia.
El déficit de esta vitamina puede ocasionar gingivitis, cicatrización más lenta, piel seca, y/o inflamación en las articulaciones. Asimismo, el cuerpo no produce vitamina C, ni la puede almacenar, por lo que es indispensable incluir en un plan de alimentación alimentos ricos en ella.
Entre los productos que más se destacan con esta vitamina y se pueden consumir se encuentran: la papaya, la piña, la fresa, el melón, el mango, la sandía, el tomate, el pimentón rojo, el brócoli, la espinaca, la papa.
El escorbuto
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, la vitamina C es también conocida como ácido ascórbico, que al no encontrarse en los niveles suficientes en el cuerpo se le llama escorbuto.
Es entonces que la agencia de las Naciones Unidas explica que esta enfermedad se desarrolló para el siglo XV, por la falta de alimentos ricos en vitamina C como las frutas y las verduras que no consumían los de ese entonces.
Existe una lista amplia de señales que indican que una persona tiene deficiencia de vitamina C como: gingivitis, púrpura, y anemia.
Vitamina D
Por su parte, la vitamina D tiene como función absorber el calcio. Se obtiene ya sea por una dieta equilibrada, por la exposición al sol, ya a través de suplementos.
Es de mencionar que aunque luego de la exposición al sol el cuerpo desarrolla vitamina D, permanecer por un tiempo prolongado bajo él, puede producir cáncer de piel o envejecimiento prematuro.
MedlinePlus, explica que entre los alimentos que son ricos en vitamina D se encuentran, los huevos, la leche, el pescado, y el hígado, por ejemplo.