Cuando se ingieren alimentos, el organismo se encarga de convertir todas las calorías que no necesita usar de inmediato en triglicéridos, los encargados de almacenar las calorías no utilizadas y proveer de energía al organismo. “Los triglicéridos se almacenan en las células grasas. Más tarde, las hormonas liberan triglicéridos para obtener energía entre las comidas”, explica Mayo Clinic.
La entidad señala que, si las personas consumen más calorías de las que queman con frecuencia, en especial en el caso de los alimentos ricos en carbohidratos, se presenta el riesgo de tener los triglicéridos altos –hipertrigliceridemia–.
La presencia de triglicéridos altos se verifica como parte de un examen de colesterol, que algunas veces se denomina panel lipídico o perfil lipídico, mediante un análisis de sangre. Los triglicéridos están altos cuando se ubican en un rango de 200 a 499 mg/dl (2,3 a 5,6 mmol/L) y muy altos cuando los niveles son de 500 mg/dl o más (5,7 mmol/l o más).
“Los triglicéridos altos pueden contribuir al endurecimiento de las arterias o al engrosamiento de las paredes arteriales (asterioesclerosis), lo que aumenta el riesgo de sufrir accidente cerebrovascular, ataque cardíaco y cardiopatías. Los triglicéridos extremadamente altos también pueden causar inflamación aguda del páncreas (pancreatitis)”, reseña la entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
Los triglicéridos altos suelen ser un signo de otras afecciones que aumentan el riesgo de sufrir enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular, entre los que se debe incluir la obesidad y el síndrome metabólico, entre otras condiciones como demasiada grasa alrededor de la cintura, hiperglucemia, niveles anormales de colesterol e hipertensión.
La hipertensión o presión arterial alta es definida por la Fundación Española del Corazón como “la elevación de los niveles de presión arterial de forma continua o sostenida”. Es considerada una enfermedad silenciosa, pues en muchas ocasiones puede pasar inadvertida y empezar a desarrollar sintomatología al cabo de un largo periodo.
Las personas mayores de 40 años tienen mayor probabilidad de padecer esta enfermedad, aunque puede ocurrir en cualquier momento de la vida. De acuerdo con la entidad, esta afección “supone una mayor resistencia para el corazón, que responde aumentando su masa muscular (hipertrofia ventricular izquierda) para hacer frente a ese sobreesfuerzo.
Este incremento de la masa muscular acaba siendo perjudicial porque no viene acompañado de un aumento equivalente del riego sanguíneo y puede producir insuficiencia coronaria y angina de pecho. Además, el músculo cardiaco se vuelve más irritable y se producen más arritmias”.
Se considera que la presión arterial está normal cuando los niveles máximos de presión arterial sistólica –máxima– están entre 120 y 129 mmHg, y los de diastólica –mínima– entre 80 y 84 mmHg. “Cifras más bajas también pueden considerarse normales, siempre que no provoquen ningún síntoma”, explica la entidad.
Si bien el médico tratante formulará medicamentos para darles manejo a la hipertensión y los triglicéridos altos, la alimentación juega un papel fundamental en el tratamiento de estas enfermedades. Hay diferentes alimentos que pueden ayudar a reducir los niveles de estas dos afecciones, entre los que se destaca la yuca.
En lo que se refiere a los triglicéridos, la yuca es un alimento que ayuda a bajar el nivel de esta sustancia en el organismo, gracias a que es un tubérculo rico en fibra. No está de más mencionar que su consumo también contribuye a la reducción del nivel de colesterol en la sangre, además de ser un excelente aliado para perder peso, pues contiene muy pocas calorías y, en cambio, es rica en proteínas.
La yuca es un alimento rico en potasio, el cual ayuda al organismo a reducir la presión arterial, regular la frecuencia cardiaca y producir los fluidos celulares que requiere el cuerpo para su buen funcionamiento.
La forma más común para consumir yuca es en comidas principales, acompañada de otros alimentos. Para hacer uso de este tubérculo se recomienda lavarlo muy bien y retirarle la cáscara –de color café– para luego incluirlo en las preparaciones que dé lugar. La yuca puede ser agregada en trozos pequeños, tiras o porciones más grandes, y varía según el gusto de cada quien.