Los adultos que se mantienen bien hidratados parecen estar más sanos, desarrollan menos afecciones crónicas, como enfermedades cardíacas y pulmonares, y viven más que aquellos que no ingieren suficientes líquidos, según un estudio de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH), publicado en la revista eBioMedicine.
El cuerpo está formado e 60 % de agua que está presente en el interior de las células, en la sangre y en otros líquidos como la saliva, el sudor y las lágrimas. En ese sentido, el agua es un elemento esencial en el funcionamiento del organismo, especialmente para regular la temperatura del cuerpo.
De acuerdo con el portal web Normon, el agua cumple otras funciones como transportar y distribuir los nutrientes esenciales para las células como los minerales, las vitaminas y la glucosa. Asimismo, ayuda a eliminar las toxinas que producen los órganos, colabora en el proceso digestivo y actúa como lubricante natural para el funcionamiento de las articulaciones.
El consumo de este líquido es uno de los hábitos más importantes para la salud del cuerpo porque a través de esta actividad, la piel y los músculos se hidratan, incluso, la Organización Mundial para la Salud (OMS) señala que no hacerlo incrementaría la tasa de mortalidad; lo que quiere decir que en una dieta se pueden incluir alimentos con propiedades diuréticas, mismos que son ricos en agua como la sandía, la naranja y el kiwi, que se caracterizan también por tener un índice bajo en calorías.
Aunque, existen otras formas para hidratarse, se trata de bebidas sin azúcar que se pueden disfrutar en cualquier hora del día y, que a la vez, son saludables, las cuales son:
- Pepino y limón: estos dos ingredientes contienen cantidad de agua, además, el limón es un cítrico que ayudará rápidamente a mantenerse hidratado. No obstante, se pueden combinar con otras frutas, como la naranja, el kiwi o el melón y las sandía; todos ellos, son bebidas refrescantes.
Su preparación es fácil, solamente debe llenar una jarra con agua fría, agregar el producto de preferencia, añadir unas hojas de menta, remover bien y dejar reposar para que tenga más sabor al momento de consumir.
- Limonada casera: este es uno de los líquidos más refrescantes, pues cuenta con un sabor entre lo ácido y lo dulce. Se puede hacer sin azúcar o recurriendo a algún edulcorante saludable, para esto, debe exprimir seis limones, mezclar el zumo en medio litro de agua, añadir cubos de hielo y colocarle un poco de jengibre.
- Té helado: es una bebida que hidrata, es buena para la salud y que es fácil de hacer, basta con tener un té verde, cortar en rodajas un limón y agregarle estevia. Cabe mencionar que el té tiene un poder antioxidante que ayuda a combatir la retención de líquidos.
- La kombucha: es un líquido poco conocido, pues se crea con té de verde y azúcar de caña y se consume en proceso de fermentación. Es una bebida probiótica que ayuda a cuidar el sistema digestivo, regular el colesterol y los niveles de glucosa en la sangre. Viene de diferentes sabores y es un gama sin azúcar, calorías, ni alcohol.
- Zumos de frutas: existen diferentes variedades para prepararlo, lo puede hacer con naranja y limón o combinarlos con fresas, sandía, piña, kiwi, manzanas, pera, melocotón o la fruta que desee. También, puede añadirle vegetales ricos en agua, como el pepino, la zanahoria o el apio.