El cabello es un conjunto de pelos que cubren el cuero cabelludo que reviste la cabeza. El cuidado de esta parte del cuerpo está en manos de cada persona y para lograrlo existen diferentes tipos de soluciones, tanto de venta comercial como naturales.
El pelo todo el tiempo está expuesto a diferentes factores externos que pueden contribuir en su debilitamiento, como es el caso del sol, el humo de cigarrillo y la contaminación, así como las elevadas temperaturas que recibe con el uso de la plancha, el rizador o el secador. Lo anterior sin dejar de lado los químicos que utilizan los tintes comerciales, que también lo pueden debilitar.
En algunos momentos, el cabello necesita tratamiento de proteínas y muchas veces una persona ni sabe, pues este es un tipo de producto en el que se incluye varios ingredientes para revitalizar la cutícula capilar para reparar las hebras dañadas, las cuales pueden romperse por diferentes razones.
En la mayoría de remedios sus componentes contienen queratina, glicerina, colágeno, aceite de argán, entre otros. Estos son recomendados cuando el pelo muestra signos de alta porosidad, rotura, textura fibrosa o resequedad.
También, cuando los mechones se rompen con facilidad, tiene poco brillo, pierde elasticidad, hay excesiva caída del cabello, las hebras se enredan cada rato y tiene mucho frizz.
Cabe mencionar que las fibras del pelo se componen por agua, lípidos, oligoelementos, células muertas y proteínas. Aunque, hay otra que es la más importante y es la queratina, la que constituye el 95 % del pelo.
Ahora, existen varias formas que pueden causar perjudicaciones en el cabello, la más propicias es la contaminación, el uso de tintes y hasta los mismos tratamientos. Además, el estilo de vida y la dieta saludable también se asocian ahí.
Cuando existen estos signos de debilidad, el uso de un tratamiento de proteínas es necesario, su aplicación puede ser útil y ayudará a conseguir un aspecto más sano y fuerte.
Según el portal Mejor Con Salud, en algunos casos, las personas encontrarán huecos o roturas que lo hacen absorber más agua, esto lo determina un especialista y por ello debe acudir con urgencia.
Tipos de tratamientos de proteína
Existen varias formas o presentaciones de esos tratamientos. Algunos profesionales recomiendan ampollas, las cuales contienen queratina y colágeno, pero se pueden complementar con otros ingredientes dependiendo la necesidad del cabello, los más usados son:
- Aceites naturales: como el de argán, ricino, jojoba o manteca de karité.
- Aceites sintéticos: como la silicona y la glicerina.
- Aminoácidos de queratina y de seda.
- Ceramidas de colágeno.
- Elastinas.
- Proteínas naturales: como el de guisante o de quinoa.
- Extractos de té verde, higo, mango, miel, arroz, aloe o girasol.
- Semillas de adansonia, shorea, macadamia o argania.
A parte de los productos cosméticos que venden en las tiendas, también es posible que los productos caseros aporten abundantes proteínas naturales, como lo es:
- El yogur
- El aceite de oliva
- El huevo
- La leche de coco
- La mayonesa
- La miel.
Es importante que tenga en cuenta que estos tratamientos se deben dejar actuar por varios minutos para que se concentre más profundamente en las hebras. Hay remedios que se deben aplicar una vez por semana, mientras que otros cada 15 días, todo depende a las características y el tipo de maltrato que tenga el cabello.
Otras proteínas vienen en el champú o acondicionador, estas si se deben colocar con más frecuencia, pero sin abusar de ello.