En familias numerosas o con más de un hijo, se hacen muy comunes las peleas entre niños pequeños. Esto debido a que normalmente comparten mucho tiempo y pueden presentar desacuerdos al hablar o simplemente relacionarse.
Aunque son comunes e inevitables, lo cierto es que estas situaciones van moldeando la personalidad de los pequeños y su forma de abordar los inconvenientes en un futuro.
Por ello, es bueno enseñarles cómo deben reaccionar frente a un problema y cómo hay que controlar las emociones para evitar que en un futuro se conviertan en un adulto furioso o que no puede con su temperamento.
Claves para las peleas entre hermanos y las ‘banderas rojas’
Sin duda alguna, estos conflictos crean tensión en la familia. Según el portal Bienestar Colsanitas, es importante tratarlos correctamente como padres, con estos consejos.
El primero es encontrar la causa del conflicto. La idea de que dos hermanos no peleen es bastante inverosímil para muchos, pues siempre tendrán discrepancias. En la mayoría de casos se están disputando territorios, atención de los padres o incluso pertenencias. Además, quienes tienen diferencias en edad también van a tener conflictos por los privilegios de edad que pueda tener el otro.
Luego de identificar las causas, es importante identificar el contexto, las edades y la forma de ser de cada uno. También se deben evitar comparaciones entre ellos y preferencias por alguno, pues eso solo avivará el fuego.
Es importante dejar las reglas claras al solucionar el problema, como evitar subir el tono, tratar con respeto y no agredirse. Si están muy alterados es mejor alejarlos para calmarlos y luego hablar con la cabeza fría.
También es clave ser la autoridad en la discusión y terminarla si es el caso, pues muchas veces pueden seguir dándole vueltas al problema y jamás terminar el problema.
Se debe acudir a un experto en 2 casos. Cuando la situación se torne violenta y repetitiva y cuando el conflicto tenga un impacto en la salud mental de la familia. Es decir, si se afecta la autoestima, genera ansiedad, depresión o aislamiento.
Cinco consejos para cuidar la salud mental de niños y adolescentes en la era digital
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha hecho énfasis en la importancia de cuidar el bienestar psicológico después de la pandemia de covid-19, que generó un incremento marcado en trastornos mentales como la ansiedad y la depresión.
A esto se suma la creciente influencia que tienen factores como las redes sociales y el internet, que si bien son herramientas útiles, también pueden afectar aspectos como la concentración, la autoestima y la percepción que tienen las personas de su propio cuerpo.
Por ello, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) ha hecho énfasis en la importancia de usar adecuadamente estas herramientas, que no necesariamente se deben convertir en focos de estrés o ansiedad. Por ello, brinda cinco recomendaciones fáciles de seguir que pueden ser de gran utilidad.
Para empezar menciona la importancia de reconocer el contenido que genera malestar tanto en las redes sociales como en otros sitios de internet. Menciona que es clave prestarles atención a las emociones que despiertan algunas publicaciones. La invitación es encontrar en qué situaciones pueden generar afectaciones en el estado de ánimo.
Por ejemplo, aconseja detenerse a pensar si las fotos de amigos en una fiesta generan envidia o si leer algunas noticias en realidad despierta estrés.
“Identificar por qué entras a internet y cómo te hace sentir puede ayudarte a establecer tus límites personales sobre la cantidad de tiempo que pasas en internet o con el celular.
Si bien no siempre es realista dejar de seguir o denunciar a todos los que intencionalmente o no intencionalmente afectan tus emociones, puedes probar silenciar o limitar el contenido de las cuentas que no te hacen sentir bien. Acuérdate de que no todo lo que ves en internet es real, ni siquiera de tus amigos; pero lo que sí es real es cómo te afecta”, advierte Unicef.