El cáncer de piel es una enfermedad que suele desarrollarse en aquellas partes del cuerpo que se exponen al sol. Sin embargo, también puede presentarse en áreas que no lo están.
Según el instituto de investigación Mayo Clinic, existen tres tipos principales de este cáncer: carcinoma basocelular, carcinoma espinocelular y melanoma.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos aseguran que los cambios en la piel son el signo más común de esta afección. No todos los cánceres de piel se ven iguales y por ello es importante prestar atención a algunas señales en particular. Estas son algunas de ellas.
- Cambios en la forma o el color de lunares: Es importante estar atentos a los lunares que cambian de forma, tamaño o color, especialmente si se vuelven irregulares o asimétricos, precisa el portal Salud 180 de México.
- Heridas que no cicatrizan: Cuando una persona tiene una herida que no sana en un período razonable de tiempo, podría ser motivo de preocupación y ante la misma, lo mejor es consultar al especialista.
- Protuberancias brillantes y translúcidas: Ciertos tipos de cáncer de piel, como el carcinoma basocelular, pueden manifestarse como pequeñas protuberancias con un aspecto perlado y brilloso.
- Lesión plana con superficie escamosa: De acuerdo con Mayo Clinic, en el caso del carcinoma espinocelular es posible que se presente una lesión plana con una superficie escamosa y con costras. También puede aparecer un nódulo rojo y firme.
- Manchas oscuras: Según Salud 180, algunos melanomas pueden aparecer como manchas oscuras en la piel, con bordes irregulares y diferentes tonos de color.
Factores de riesgo
De acuerdo con los especialistas de Mayo Clinic, hay factores que pueden aumentar el riesgo de sufrir esta enfermedad y son los siguientes.
- Piel clara. Independientemente del color de la piel, toda persona puede contraer cáncer de piel. Sin embargo, tener menos pigmento (melanina) proporciona menos protección contra la radiación ultravioleta perjudicial.
- Antecedentes de quemaduras por el sol. Haber tenido una o más ampollas de quemaduras por el sol de niño o adolescente aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de piel de adulto. Las quemaduras por el sol en la adultez también son un factor de riesgo.
- Exposición excesiva al sol. Cualquier persona que pase un tiempo considerable al sol puede desarrollar esta afección, especialmente si la piel no está protegida con protección solar o ropa. Broncearse es riesgoso.
- Lunares. Quienes tienen muchos lunares o lunes atípicos denominados nevos displásicos son más susceptibles de desarrollar la enfermedad. Estos lunares tienen más probabilidad de convertirse en cancerosos.
- Antecedentes familiares de cáncer de piel. Si uno de los padres o un hermano tuvo cáncer de piel, el riesgo de que se padezca la enfermedad puede ser mayor.
- Antecedentes personales de cáncer de piel. Si una vez se desarrolló cáncer de piel, la persona está en riesgo de volver a tenerlo.
- Sistema inmunitario débil. Las personas que tienen el sistema inmune debilitado corren un riesgo mayor de desarrollar cáncer de piel. Esto incluye a pacientes con VIH/SIDA y quienes toman medicamentos inmunosupresores después de un trasplante de órgano.
- Exposición a la radiación. Las personas que recibieron tratamiento de radiación para las afecciones de la piel, como eccema y acné, pueden estar más expuestas, especialmente a carcinoma de células basales.
- La exposición a ciertas sustancias. La exposición a determinadas sustancias, como arsénico, puede aumentar el riesgo.
¿Cómo prevenirlo?
Los expertos aseguran que la mayoría de cánceres de piel pueden prevenirse. Estas son algunas recomendaciones.
- Evitar el sol durante el mediodía. Evitar el sol cuando esté más fuerte ayuda a evitar las quemaduras solares y el bronceado que causan daños en la piel y aumentan el riesgo de desarrollar la enfermedad. La exposición solar acumulada es un riesgo.
- Usar protector solar. Los filtros solares no filtran toda la radiación UV perjudicial, especialmente la radiación que puede provocar un melanoma. Pero desempeñan un papel importante en un programa general de protección solar. Lo aconsejable es usar un protector con un factor de protección superior a 30.
- Usar ropa de protección. Los protectores solares no brindan una protección completa contra los rayos UV, por ello la ropa es indispensable.
- Evitar las cámaras solares. Las luces usadas emiten radiación ultravioleta y pueden incrementar el riesgo de padecer cáncer de piel.
- Controles médicos regulares.