El portal Mayo Clinic explicó que la deshidratación ocurre cuando una persona utiliza o pierde más líquido del que se ingiere, y el cuerpo no cuenta con suficiente agua y otros fluidos para llevar a cabo sus funciones normales.

Cuando una persona no repone los fluidos que perdió, padecerá una deshidratación, lo cual es algo particularmente peligroso para los niños y los adultos mayores.

Hidratarse consiste en reponer los líquidos corporales que se pierden a través del sudor, y también al exhalar aire y eliminar residuos. | Foto: Rieko Honma

La actividad física y una dieta saludable son factores importantes que permiten tener una mejor calidad de vida; sin embargo, con frecuencia se puede olvidar que el agua es una necesidad básica y esencial para el funcionamiento del organismo y dejarla de consumir podría ocasionar la deshidratación del cuerpo.

De este modo, hidratarse consiste en reponer los líquidos corporales que se pierden a través del sudor, y también al exhalar aire y eliminar residuos. Según expertos, en promedio el cuerpo pierde y necesita reponer de dos a tres cuartos de galón de agua al día. Esto quiere decir que entre un 50 % a un 70 % el peso del cuerpo es agua.

Además, “este líquido protege y lubrica el cerebro y las articulaciones, transporta los nutrientes a las células del cuerpo y se encarga de retirar de las mismas, los residuos o sustancias de desecho. También, regula la temperatura corporal mediante la redistribución del calor desde tejidos activos hasta la piel y mediante el enfriamiento del cuerpo a través del sudor”, explican desde la Cátedra Internacional de Estudios Avanzados en la Hidratación (CIEAH).

Por tal razón, cuando el organismo pierde más líquido del que se ingiere y tiene poco fluido, se puede llevar a cabo una deshidratación, el cual tiene como consecuencia síntomas de sed excesiva, la micción menos frecuente, la orina de color oscuro, fatiga, mareos o, en algunos caso, confusión, según indica el portal de Clínica Mayo.

Estar deshidratado puede traer consecuencias. | Foto: Getty Images

Es una afección que se debe evitar y, a parte del agua, la leche de vaca es una aliada que contribuye a la deshidratación porque contiene sodio, potasio y proteínas que son clave para la recuperación tras el ejercicio. No obstante, tiene carbohidratos que son importantes en el proceso de la hidratación. Asimismo, la leche entera fresca supone entre un 87 y un 90 % de agua, aclara la CIEAH.

Cabe recordar que este lácteo cuenta con nutrientes esenciales, entre ellos el calcio, fósforo, aminoácidos, vitamina A, D, B12, B2 y B3. Pero para adquirir todo lo mencionado debe ser en una leche desnatada que es la que aporta agua, los nutrientes y tiene menos calorías.

Este hallazgo se dio porque se hizo un estudio en 11 adultos, en donde la leche baja en grasa era aconsejable para la deshidratación leve que se produce tras el ejercicio en comparación con el agua y la bebida isotónica.

La leche ayuda a la deshidratación. | Foto: &#169 Jack Andersen/FoodPix

Los autores de la investigación señalaron “los sujetos permanecieron en un balance de líquidos positivo neto o euhidratados (hidratación normal) durante todo el periodo de recuperación después de tomar las bebidas lácteas, pero volvieron al balance de líquidos negativo neto una hora después de consumir las otras bebidas”.

Finalmente, el agua ha sido catalogada como la mejor aliada para la hidratación al carecer de electrolitos. Pues el estudio demostró que los efectos hidratantes de todas los líquidos, reflejó que la leche era superior al agua en el momento de prevenir la deshidratación.