Con el paso de los años, es normal que aumenten algunas afecciones directas al cuerpo humano y su funcionamiento, generando ciertas dificultades para llevar a cabo actividades diarias y el desarrollo usual de algunas funciones cotidianas.

Dentro de estas funciones juegan un papel clave los órganos del cuerpo humano, pero también las estructuras óseas que permiten un movimiento adecuado del mismo, por lo que es importante darle prioridad al fortalecimiento de estos elementos.

Las rodillas son las articulaciones más grandes del cuerpo. | Foto: Getty Images

A partir de la llegada del envejecimiento, es usual que se presenten afectaciones directas hacia las articulaciones y los huesos en general, especialmente a causa de la falta de producción de algunas sustancias vitales para el mantenimiento de estas estructuras, como lo pueden ser el colágeno y la elastina, encargadas de brindar unión ósea, y también facilidad de movimiento.

Al presentarse un déficit de estas sustancias en el organismo, se pueden empezar a presentar dificultades de movimiento, dolores, inflamación o hasta el desarrollo de afectaciones puntuales, como lo puede ser la artritis o la tendinitis.

Es por esto que ya a temprana edad es importante preservar el cuidado de estos aspectos de la salud, a partir del consumo de ciertos alimentos o la generación de ciertos hábitos, como lo puede ser ejercitarse de manera adecuada y constante.

En caso puntual de que se empiecen a presentar estos dolores mencionados con anterioridad, es valioso seguir algunas recomendaciones para poder tratarlos y así evitar que se conviertan en una constante que afecten el desarrollo de la vida cotidiana.

Las rodillas suelen ser de las más afectadas por estas dificultades, las cuales se pueden ver empeoradas por golpes o malos movimientos; sin embargo, existen algunos ejercicios que pueden funcionar como terapia y tratamiento, para así aliviar este dolor.

Sin embargo, en primer lugar, es crucial visitar al médico en caso de que estas dolencias sean muy fuertes y constantes, con el fin de poder realizar algunos chequeos y dar de manera puntual con la razón de este dolor a través de un diagnóstico preciso, como lo explica el portal Mejor Con Salud.

El cartílago de la rodilla puede sufrir desgaste. | Foto: Getty Images

El primero de estos ejercicios recomendados se denomina tabla y permite fortalecer tanto las rodillas, como los cuádriceps; para su realización, se debe acostar en un lugar cómodo y levantar las piernas, sin flexionarlas, manteniendo las rodillas rectas, con tres a cuatro repeticiones e intervalos de descanso.

En segundo lugar, se destaca sentarse en el aire; este ejercicio permite agregar flexibilidad a las rodillas, y que a su vez estas puedan recuperar fuerza. Para su realización se debe apoyar la espalda contra una pared y separar los pies de la misma; una vez hecho esto, se debe empezar a descender, hasta simular una postura en la que parezca estar sentado en el aire, aguantando esta posición por 10 o 15 segundos, con al menos 10 repeticiones, cinco veces al día.

También es válido realizar ejercicios de rodillas flexionadas. Para esto se puede acostar en el suelo y estirar una pierna, mientras la otra se dobla con el pie apoyado en el suelo; a esto se le puede unir un levantamiento de la pierna que está estirada, con el fin de soportar esta postura por 10 segundos, lo que permitirá también fortalecer el abdomen.

La rodilla es una de las articulaciones en las que más afecta la falta de colágeno. | Foto: Getty Images

Posteriormente, también se puede practicar la extensión de pierna; este ejercicio permite sentarse sobre el suelo y subir la pierna de forma recta por al menos 20 centímetros arriba del suelo, aguantando por 10 segundos, para posteriormente bajarla flexionando la rodilla; esto puede ser hecho 10 veces con cada pierna.

Finalmente, siempre hay que tener en cuenta la opción de caminar; este ejercicio permite aliviar este dolor, sin arriesgar otras afectaciones, siendo recomendado un paso firme y constante durante al menos 30 o 40 minutos.