Las venas varicosas son venas hinchadas, tortuosas y a veces dolorosas que se han llenado de sangre que no drena de manera normal, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Además, explicó que las venas varicosas en la mayoría de los casos aparecen en las piernas y frecuentemente sobresalen y son de color azul.

Asimismo, el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de Estados Unidos señaló que otros síntomas de las várices incluyen:

  • Dolor en las piernas.
Las venas várices pueden generar complicaciones de salud, más allá de un problema estético. | Foto: Getty Images
  • Sensación de pesadez en las piernas y los pies.
  • Picazón alrededor de la vena o las venas.
  • Cambios en el color de la piel alrededor de la vena o las venas.
  • Calambres nocturnos en las piernas.

Entre tanto, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, indicó que los factores de riesgo son:

  • Edad. El envejecimiento causa un desgaste natural de las válvulas en las venas que ayudan a controlar el flujo sanguíneo. Con el tiempo, ese desgaste hace que las válvulas permitan que la sangre regrese a las venas, donde se acumula.
Las venas várices deben ser tratadas por un especialista. | Foto: Copyright
  • Sexo. Las mujeres tienen más probabilidades de padecer la enfermedad. Los cambios hormonales previos a la menstruación o durante el embarazo o la menopausia pueden ser un factor, debido a que las hormonas femeninas tienden a relajar las paredes de las venas. Los tratamientos hormonales, como las píldoras anticonceptivas, pueden aumentar el riesgo de tener venas varicosas.
  • Embarazo. Durante embarazo, el volumen sanguíneo del cuerpo aumenta. Este cambio contribuye al desarrollo del bebé, pero también puede agrandar las venas de las piernas.
  • Antecedentes familiares. Si otros familiares tuvieron venas varicosas, existe una mayor probabilidad de que también se tengan.
  • Estar de pie o sentado durante períodos prolongados. El movimiento ayuda a que la sangre circule.

Ahora bien, es importante señalar que la entidad sin ánimo de lucro puntualizó que el tratamiento de las venas varicosas puede incluir medidas de cuidado personal, medias de compresión y cirugías o procedimientos.

De igual forma, El Clarín señaló que un estudio liderado por la Escuela de Salud Pública T.H. Chan, de la Universidad de Harvard reveló que las nueces son ideales para proteger los vasos sanguíneos, ya que favorecen la circulación.

Los frutos secos contienen ácidos grasos insaturados y otros nutrientes. | Foto: Libre de derechos

Así las cosas, la Asociación Estadounidense del Corazón hace las siguientes recomendaciones para consumir nueces:

  • Comer alrededor de cuatro porciones de nueces sin sal a la semana. Una porción es un puñado pequeño, lo que significa 1,5 onzas (43 g).
  • Elegir nueces que estén crudas o tostadas en seco.
  • Evitar consumir nueces cocidas en aceite.
  • A quienes les gusta mantequilla de nuez, consumir dos cucharadas.

Complicaciones de las venas varicosas

Mayo Clinic, explicó en su portal que aunque las complicaciones de las venas varicosas son poco frecuentes, comprenden:

  • Úlceras: pueden formarse úlceras dolorosas en la piel, cerca de las venas varicosas, en especial cerca de los tobillos. Por lo general, se observa una mancha descolorida en la piel antes de que se forme una úlcera.
  • Coágulos sanguíneos: las venas profundas de las piernas se dilatan. En dichos casos, la pierna afectada puede empezar a doler e hincharse. Cualquier hinchazón o dolor persistente en la pierna justifica atención médica, ya que puede indicar un coágulo sanguíneo, un trastorno conocido médicamente como tromboflebitis.
  • Sangrado: en algunas ocasiones, las venas que se encuentran muy cerca de la piel pueden explotar. Por lo general, esto solo causa un sangrado leve, pero cualquier sangrado requiere de atención médica.

De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.