Más de 1.500 millones de personas a nivel mundial experimentan algún grado de pérdida auditiva, de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Además, Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, explicó que algunas posibilidades que causan la pérdida de audición son:
- Antecedentes familiares.
- Enfermedades como las infecciones de oído y la meningitis.
- Trauma.
- Algunas medicinas.
- Exponerse mucho tiempo a ruidos fuertes.
- Envejecimiento.
Adicional, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, indicó que los síntomas de la pérdida auditiva pueden incluir los siguientes:
- Amortiguación del habla y de otros sonidos.
- Dificultad para entender las palabras, especialmente cuando se está en una multitud o en un lugar ruidoso.
- Dificultad para escuchar las letras del alfabeto que no son vocales.
- Pedirles con frecuencia a los demás que hablen más lento, con mayor claridad y más alto.
- Necesidad de subir el volumen de la televisión o la radio.
- Evitar algunos entornos sociales.
- Sentir molestias por el ruido de fondo.
- Zumbido en los oídos, lo que se conoce como tinnitus.
Dicho lo anterior, el portal Gorgot Palau reveló que “el ácido fólico es un elemento crítico en la capacidad del cuerpo para generar un nuevo crecimiento celular, y los estudios han demostrados que los suplementos de ácido fólico pueden retardar la pérdida de audición”.
Así las cosas, el folato se encuentra naturalmente presente en muchos alimentos y a algunos alimentos se les agrega ácido fólico como, por ejemplo:
- Hígado de res.
- Verduras, en especial, espárragos, coles de Bruselas, y hortalizas de hojas de color verde intenso, como la espinaca y las hojas verdes de mostaza (mustard greens).
- Frutos secos, frijoles y guisantes como maníes, frijoles de ojo negro y frijoles colorados.
Adicional, el folato está presente en los suplementos multivitamínicos y en las vitaminas prenatales, y puede obtenerse en suplementos dietéticos del complejo B y suplementos que solo contienen folato.
En los suplementos dietéticos, el folato generalmente se encuentra en forma de ácido fólico, pero también se usa metilfolato (5-metil-THF).
Asimismo, los suplementos dietéticos que contienen metilfolato podrían ser mejores que el ácido fólico para las personas que tienen una cierta mutación en un gen llamado MTHFR porque su organismo puede usar esta forma más fácilmente.
Entre tanto, los Institutos Nacionales de Salud (NIH por sus siglas en inglés) revelaron que la cantidad de folato que necesita una persona depende de su edad, pero las recomendaciones promedio son:
- Del nacimiento a los 6 meses de edad: 65 mcg DFE.
- Bebés de 7 a 12 meses de edad: 80 mcg DFE
- Niños de 1 a 3 años de edad: 150 mcg DFE.
- Niños de 4 a 8 años de edad: 200 mcg DFE.
- Adolescentes de 14 a 18 años de edad: 400 mcg DFE.
- Adolescentes de 14 a 18 años de edad: 400 mcg DFE
- Adultos mayores de 19 años de edad: 400 mcg DFE.
- Mujeres y adolescentes embarazadas: 600 mcg DFE.
- Mujeres y adolescentes en período de lactancia: 500 mcg DFE.
¿Qué pasa si no se consume suficiente folato?
El consumo insuficiente de folato puede causar anemia megaloblástica, un problema sanguíneo que causa debilidad, fatiga, problemas de concentración, irritabilidad, dolor de cabeza, palpitaciones y dificultad para respirar. La deficiencia de folato también puede causar úlceras abiertas en la lengua y dentro de la boca, así como cambios en el color de la piel, el cabello o las uñas.
Las mujeres que no consumen suficiente folato corren el riesgo de tener bebés con anomalías en el tubo neural, como espina bífida. La deficiencia de folato también puede aumentar la probabilidad de tener un bebé prematuro o de bajo peso al nacer.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.