Las ojeras, esas antiestéticas manchas oscuras bajo los ojos, se han convertido en una de las principales preocupaciones en el cuidado de la piel. Aunque la vitamina C es ampliamente conocida por su capacidad para iluminar la zona, existe algún otro activo que pueda ayudar a reducir su aspecto y se trata de la vitamina K. Aunque menos conocida, esta vitamina debería tener un lugar destacado en las rutinas de cuidado, ya que no solo trata las ojeras más oscuras, sino que también aporta luminosidad a la zona.

La vitamina K, cuyo nombre científico es Fitomenadiona, es un antioxidante y antiinflamatorio de origen vegetal. Sus beneficios principales radican en su capacidad para favorecer el metabolismo celular y su efecto antiinflamatorio. Además, cuenta con propiedades antioxidantes y favorece la cicatrización de heridas debido a su efecto astringente.

La vitamina K reduce las ojeras. | Foto: Getty Images

Este ingrediente es especialmente indicado para el cuidado facial, sobre todo en la zona del contorno de ojos y las ojeras, ya que reduce su apariencia. La vitamina K también se complementa muy bien con otras vitaminas, como la C y la E, y se potencia junto con el retinol o vitamina A, ya que favorece su absorción. Afortunadamente, no existen ingredientes contraindicados para su uso, lo que la convierte en una opción versátil y segura para el cuidado de la piel.

Felipe Martín, farmacéutico y titular de la farmacia Galileo 61, y Rachel Keys, enfermera experta en dermatología, junto con las expertas de Ari D’Aria, nos brindan información detallada.

Para comprender mejor los beneficios de la vitamina K, el portal Mujer Hoy, le consultó a varios expertos en el tema. El farmacéutico Felipe Martín destaca que la vitamina K es esencial para la coagulación sanguínea y la salud ósea, de ahí su nombre. Su aplicación en productos para el contorno de ojos y bolsas ayuda a disminuir las ojeras y reducir las arañas vasculares.

Por otro lado, la enfermera Rachel Keys resalta las propiedades antioxidantes y antiinflamatorias de la vitamina K, lo que la convierte en un activo clave para el cuidado de la piel. Su uso ayuda a reducir la apariencia de ojeras, disminuye la inflamación y mejora la apariencia de las venitas rojas en la piel, promoviendo una piel más saludable en general.

En cuanto a la aplicación, la vitamina K se encuentra en diversos formatos, como sueros y cremas tópicas. Se puede utilizar tanto en la rutina diurna como nocturna, siempre después de una buena limpieza facial. La secuencia ideal es aplicar primero el limpiador, luego el contorno de ojos con vitamina K, posteriormente el tratamiento y, por último, el protector solar con factor de protección SPF.

La vitamina K debe incluirse en una rutina de cuidado facial. | Foto: Getty Images

La vitamina K es especialmente beneficiosa para aquellos que sufren de ojeras, venitas rojas sensibles o cicatrices. Su versatilidad permite que sea adecuada para personas con pieles secas y grasas, aunque es importante recordar que cada piel es única, por lo que se recomienda consultar a un dermatólogo antes de incorporar cualquier producto a la rutina de cuidado.

No obstante, se debe tener precaución al usar la vitamina K en pieles más sensibles o irritadas, ya que podría causar alguna reacción adversa.

En cuanto a su funcionamiento en la piel, la vitamina K ha ganado popularidad debido a su capacidad para reducir las bolsas y ojeras. Además, fortalece los capilares sanguíneos y disminuye la apariencia de las arañas vasculares. Su acción antioxidante contribuye a proteger la piel del estrés oxidativo y los daños causados por los radicales libres, lo que contribuye a mantener una piel más sana y protegida. La combinación de estos beneficios la convierte en un activo todoterreno para el cuidado de la piel.

Las arrugas o bolsas en los ojos pueden ser signos de la edad. | Foto: Getty Images