En el mercado se han hecho famosas diferentes tipos de dietas para alcanzar objetivos como aumentar masa muscular, bajar de peso, perder grasa, aumentar defensas o glóbulos rojos, entre muchos otros.
Sin embargo, es bien sabido que muchas veces una dieta no surte el efecto que se desea y esto ocurre porque todos los organismos son diferentes y no todos absorben los nutrientes de la misma manera.
“Un plan de alimentación que ayuda a controlar su peso incluye una variedad de alimentos saludables. Agregar una variedad de colores a su plato es como si estuviera comiendo un arcoíris. Las verduras de hoja verde oscura, las naranjas y los tomates -incluso las hierbas frescas- están llenos de vitaminas, fibra y minerales”, registran los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades.
“Algunas de ellas hacen referencia simplemente a un determinado estilo de vida, como la dieta mediterránea o la dieta vegetariana. Las dietas terapéuticas están diseñadas para personas con determinadas dolencias, como la dieta libre de gluten para la enfermedad celíaca o la dieta baja en sodio para las personas que sufren hipertensión”, registra Sanitas en su portal web.
Por su parte, Medline Plus indica que algunas veces las dietas se interrumpen porque los alimentos que se consumen no generan saciedad, “porque son bajos en fibra o proteína. O algunos son con alto contenido de grasas, tienen muchas calorías, pero poco valor nutritivo. Muchos de estos alimentos que arruinan dietas se preparan con grasas saturadas o trans poco saludables”.
Por su parte, la nutricionista y dietista, Luz Ángela Abello, explicó a SEMANA que “más importante que hacer una dieta es aprender a alimentarnos correctamente de acuerdo a nuestra edad, sexo y actividad física, logrando tener un balance entre lo que nos gusta y en qué cantidades (porciones y raciones) lo podemos consumir. Todo esto lo podemos hacer con la asesoría de un profesional en nutrición y dietética, que somos las personas idóneas para guiar”.
“En mis consultas prefiero no utilizar la palabra dieta, sino referirme a realizar un plan de alimentación de acuerdo con los objetivos propuestos, los cuales cambiarán a medida que se vaya perdiendo peso, pues se generan para mejora y/o reforzar los hábitos alimentarios saludables”, agrega.
Y detalla que “tener opciones de escoger los alimentos que nos gustan, las cantidades adecuadas para cumplir los objetivos propuestos, aquellos alimentos que estén en cosecha y aquellos que hacen parte de nuestra cultura diaria o semanal; es por lo anterior que este plan se coordina en conjunto entre el paciente y la nutricionista-dietista. Nosotros proveemos el soporte profesional y la guía adecuada, pero la decisión de seguirla es solo personal”.
Sin embargo, la nutricionista Abello concluye que “el fracaso de las dietas de revista, se debe a varios factores: primero, no son personalizadas, por lo tanto, puede que inicialmente tenga un efecto positivo de pérdida de peso, pero con el tiempo dejan de funcionar, ya que no tienen en cuenta los hábitos de la persona ni el objetivo”.
Segundo, indica, “algunos productos, bebidas y/o malteadas que se ofrecen para cambiar una comida principal por esta, muchas veces tienen un efecto totalmente contrario, puesto que la persona sube de peso, dado que, en vez de eliminar una de las comidas, resultan tomándolo adicional”.
En tercer lugar, “no generan hábitos alimentarios y te aíslan socialmente. Si ya han comprado productos como píldoras, gotas, etc., verán que incluyen una dieta hipocalórica estricta. Por último, la palabra dieta la relacionamos con cantidades pequeñas de comida sin variedad y poco sabor”.