Alimentarse de manera saludable es una de las mejores formas de prevenir el envejecimiento acelerado y por ello la dieta debe ser equilibrada e incluir frutas, vegetales y hortalizas, como una de las mayores garantías para mantener a raya el deterioro de las células y cuidar la salud de la piel.
Si bien envejecer es un proceso natural y biológico al que nadie escapa, la adopción de hábitos saludables es clave para que no se registre de manera acelerada, ni prematura. Beber mucha agua, comer sano y hacer ejercicio, son prácticas que no deberían faltar en la rutina de vida de ninguna persona.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el envejecimiento como la acumulación de una gran variedad de daños moleculares y celulares a lo largo del tiempo, que lleva a un descenso gradual de las capacidades físicas y mentales y a un mayor riesgo de presentar enfermedades.
Factores como la genética, la alimentación y la actividad física juegan un papel importante. La dieta diaria puede ser el principal aliado o el peor enemigo y por ello es importante estar muy atentos a lo que se consume, pues hay productos que son muy responsables de que el envejecimiento se acelere. Uno de ellos es el azúcar.
Los efectos del azúcar
Este producto provoca envejecimiento debido a los efectos negativos que tiene en la piel. Esto se debe al proceso de glicación. Un estudio de la Universidad de Navarra define este término como una “reacción espontánea de la glucosa sanguínea con las fibras dérmicas de colágeno y elastina”.
Esto lo que quiere decir, de acuerdo con una publicación de la revista GQ, es que al consumir azúcar, esta se adhiere a las proteínas en el cuerpo y las va dañando con el tiempo, lo que incide en el colágeno y la elastina, sustancias que mantienen la piel en condiciones saludables.
“El azúcar afecta también la estructura y fuerza del colágeno, y las enzimas antioxidantes naturales que el cuerpo produce, lo que hace que la piel sea más vulnerable a los daños de la contaminación, los rayos UV y los radicales libres, que activan el estrés oxidativo que hace envejecer más rápido”, precisa la citada fuente.
Es importante tener en cuenta que el azúcar presente de forma natural en alimentos como las frutas no actúa de la misma manera que el refinado que se encuentra en algunos productos procesados o industriales que es el que en realidad resulta dañino para el organismo.
Malos hábitos
Además del consumo de azúcar y otros alimentos como las harinas refinadas, la cafeína en exceso y las carnes procesadas, otros hábitos poco saludables inciden en el envejecimiento prematuro.
- Fumar: estudios publicados por la Biblioteca Nacional de Medicina y por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos afirman que fumar restringe el flujo de sangre pura y de oxígeno necesarios para el rejuvenecimiento de las células de la piel, por lo que le quita a esta nutrientes vitales.
- No dormir suficiente: dormir pocas horas provoca ojeras, pero además afecta la belleza de la piel. Las células de la epidermis tienen un ritmo circadiano, al igual que el sueño, de manera que si la persona no duerme lo suficiente esas células no se pueden reparar de todas las afectaciones generadas a lo largo del día.
- No usar protección solar: la exposición a los rayos ultravioleta es la principal causa del envejecimiento prematuro y por ello la recomendación de los expertos es siempre utilizar un protector solar con un índice de protección entre 30 y 50 cuando se esté al aire libre.