Con el paso de los años, y la llegada del envejecimiento, es usual que el cuerpo humano se vaya deteriorando, a causa de la falta de producción por parte del organismo, de algunas sustancias y elementos que son claves en su mantenimiento, como lo puede ser el colágeno, una proteína de la cual a veces se desconoce sus funciones.
El colágeno suele ser usualmente relacionado con el cuidado de la piel, y a que esta mantenga un aspecto juvenil, sin embargo, este también cumple con otras funciones de gran importancia en el cuidado de las articulaciones, y de la forma en que estas se desempeñan en el día a día, ya sea en cuanto a su composición o también movimiento, a través de un tejido elástico que se encarga de unir estas estructuras óseas, llamado cartílago.
A medida que el ser humano llega a la tercera edad, es común que los cartílagos se vayan desgastando, al ser un tejido que se fortalece principalmente a partir del colágeno, lo que puede causar grandes dificultades en el día a día de los ancianos, como lo puede ser el dolor, la inflamación, o la incapacidad de movilidad para algunas partes del cuerpo.
La prevención de estas situaciones se debe dar netamente desde un inicio, durante la juventud a partir de ciertas costumbres, o cuidados que suelen ser recomendados para que no se presenten estas afectaciones, o que al menos pueda atrasarse su llegada.
Gran parte de estos cuidados provienen de la alimentación, de una dieta rica y balanceada, pero que también permita aportes nutritivos al cuerpo, y de colágeno para el mismo, sin embargo, hay casos puntuales donde algunos alimentos pueden ser claramente más recomendados frente a otros para evitar estas dificultades a futuro.
En este caso concreto, se suele realzar el papel de un grupo alimenticio al completo en su consumo, por los beneficios que brindan al cuerpo y a las articulaciones a partir de su ingesta, tratándose de las legumbres, elementos claves al construir una alimentación balanceada y que permita proveer la mayor cantidad de nutrientes posible al organismo.
Estas son aquellas semillas comestibles, las cuales se cosechan para ser consumidas, según explica el portal web de las Naciones Unidas, resaltando entre ellas los frijoles, las lentejas, los guisantes, y un sinfín más de estos que suelen estar en la lista de mercado y consumo por parte de los seres humanos.
Son usualmente destacadas para combatir estas afectaciones, ya que poseen una cantidad de aportes claves, especialmente en tareas antiinflamatorias, además de brindar un gran aporte al organismo en cuanto a colágeno, dando paso a que con el tiempo y su consumo de manera usual, se pueda reconstruir el cartílago que se ha desgastado, especialmente en zonas como las rodillas, siendo estas de las más afectadas.
Para esto distintas organizaciones o instituciones, resaltan que la dosis necesaria de estas legumbres debe ser de 2 o 3 porciones por semana, por lo que estos alimentos deben estar presentes en la canasta básica de los seres humanos, siendo un grupo alimenticio que suele ser bastante resaltado en preparaciones como los almuerzos.
Es importante tener en cuenta estas recomendaciones para el debido cuidado del cuerpo, y del organismo, con el fin de poder evitar las grandes dificultades a futuro, especialmente por lo relacionado con el cuidado de las articulaciones, y su debido bienestar, importantes para la movilidad y el desarrollo de distintas actividades una vez avance la edad.
De todos modos, la información que aporta este artículo de ninguna manera sustituye la asesoría médica y si se tienen dudas sobre el cuidado de la piel, se debe consultar a un experto de la salud (dermatólogo) para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.