Una alimentación saludable es clave para disminuir el riesgo de enfermedades no transmisibles y mantener un buen estado de salud. Es recomendable consultar a un nutricionista para recibir la asesoría profesional adecuada, de acuerdo con las necesidades individuales, especialmente si se tiene una enfermedad.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, conocida como FAO, explica que “los beneficios de consumir frutas y verduras como parte de una dieta nutritiva son enormes. Los productos frescos no solo son beneficiosos para los consumidores, sino también para el sistema alimentario”.
Estos tipos de alimentos son claves para tener una dieta equilibrada. La organización recomienda comer al menos 400 gramos, lo que equivale a cinco porciones de 80 gramos, de frutas y verduras al día, exceptuando papas, batatas y otros tubérculos feculentos.
Sin embargo, no todas la frutas previenen las mismas enfermedades o aportan los mismos nutrientes. En el caso de las frutas y verduras de color amarillo, aportan fitoquímicos, que ayudan a mantener vitalidad y buena salud.
Mango, limón, manzana amarilla, naranja, mandarina, albaricoque, melocotón, piña y melón, son algunas de las frutas amarillas más conocidas. Mientras que la zanahoria, batata, calabaza, pimientos amarillos, maíz, papas y tomate amarillo, son los más populares en los vegetales de color amarillo y naranja.
Muchas personas desconocen los beneficios que aportan cada alimento de acuerdo a su color. Por tal razón, se mostrará la ayuda que tienen:
- Protegen la salud del corazón: el potasio y el fitoquímico que contienes los alimentos amarillos son responsables de prevenir enfermedades cardiacas y de disminuir el colesterol malo LDL. Con una pequeña porción al día es suficiente para mantener una buena salud del corazón.
Además, los fitoquímicos -también llamados fitonutrientes- ayudan a reducir la tensión, inhibiendo la acción del enzima que la sube y los bioflavonoides que contienen estos alimentos ayudan a proteger la circulación sanguínea.
- Fortalecen el sistema inmunológico: debido a que los fitonutrientes actúan como antivirales y antibacteriales, esto permite que las defensas se encuentren fortalecidas y ayudan a mantener los órganos saludables al igual que la capacidad visual.
- Mantienen la piel sana: las frutas y verduras amarillas mejoran el aspecto de la piel ya que promueve el desarrollo del colágeno, el cual favorece su elasticidad y ayuda a la cicatrización de las heridas.
También, mantiene el equilibrio del pH del cuerpo, presencia del calcio y magnesio y ayuda a tener los huesos fuertes y saludables.
- Favorecen el sistema digestivo: Estos alimentos son considerados prebióticos porque sus nutrientes propician el crecimiento de microorganismos que benefician la salud del colon, previniendo la aparición de cáncer en este órgano.
De igual manera, contienen gran cantidad de fibra soluble ayudando a la ansiedad debido a su efecto saciante. Las propiedades contienen mantienen el equilibrio en la flora intestinal y mejora los problemas del estreñimiento.
- Fuente de vitaminas y minerales: las frutas de color amarillo, especialmente las cítricas, son fuente de vitamina C, ácido fólico y provitamina A. Aportan potasio, el cual tiene efectos diuréticos para el organismo y nutrientes como betacaroteno, alfacaroteno, beta criptoxantina, luteína, zeaxantina, quercetna y hesperidina, que son claves para la salud.
- Propiedades antioxidantes: los componentes de flavonoides y fito nutrientes contienen antioxidantes que permiten neutralizar y eliminar los radicales libres capaces de generar enfermedades degenerativas.
Estos alimentos amarillos tienen propiedades antinflamatorias que evitan la formación de células cancerígenas y previenen afecciones como la artritis, arteriosclerosis, cáncer de pulmones, seno, colorrectal, útero y próstata, así como el envejecimiento prematuro.