La piel es uno de los órganos más importantes que componen el organismo, pues es la que confiere la apariencia, el sentido del tacto, el control de la temperatura y la protección frente a infecciones. Sin embargo, esta en muchas personas puede tornarse seca, áspera, tirante, escamosa, pruriginosa o dolorida, por lo que pierde su capacidad para funcionar correctamente.

De acuerdo con el portal web Eucerín, la sequedad de la piel es una causa principal de las molestias cutáneas, dado que más del 40% de las visitas a dermatólogos están relacionadas con la piel seca. Por lo general, esta se puede presentar en cualquier lugar del cuerpo, pero las zonas más frecuentemente afectadas son las manos, los pies, las rodillas, los codos y la cara, dado que estas regiones están más expuestas que otras.

Normalmente, cuando la piel está muy seca, esta puede llegar a estar extremadamente tirante, escamosa, muy pruriginosa y adolorida e incluso extremadamente áspera y agrietada. De modo que existen tres tipos de piel seca, entre ellos los siguientes:

  • Piel seca leve: al principio, la sequedad puede ser percibida como una tirantez ligera o una aspereza leve.
  • Piel seca: a medida que la piel sigue perdiendo humedad se vuelve más áspera, puede adquirir un aspecto cuarteado o escamoso y es probable que presente comezón.
  • Piel muy seca: cuando la sequedad permanece sin tratar o el cuidado de la piel es ineficaz, la piel puede empezar a dañarse y se presenta extremadamente tirante y potencialmente muy áspera y agrietada. En esta etapa, la picazón puede ser también muy intensa.
Cuando la piel está muy seca, esta puede llegar a estar extremadamente tirante, escamosa, muy pruriginosa y adolorida e incluso extremadamente áspera y agrietada | Foto: Getty Images

Para mitigar la aparición de este tipo de piel es importante la hidratación, pues sin esta la piel pierde elasticidad y firmeza. Asi las cosas, una forma de humectarla es por medio de cremas naturales a base de ingredientes como el aceite de coco, la avena, la sábila y el aceite de almendras. De hecho, el portal web especializado Tua Saúde da a conocer dos recetas para hacer cremas caseras para tratar la piel seca:

Crema de coco con avena

El coco es una poderosa fruta que ayuda a promover la hidratación de la piel y, por esto, es un gran ingrediente para ser utilizado en cremas para el tratamiento de la piel seca. Por otra parte, la avena permite nutrir y proteger la piel, dado que es un ingrediente que tiene propiedades que ayudan a la renovación de las células de piel, contribuyendo a una piel lisa, suave y nutrida.

Ingredientes

  • 1 taza de coco rallado;
  • 1 cucharada de salvado de avena;
  • 1 taza de leche caliente.

Preparación: tan solo se debe batir todos los ingredientes en la licuadora hasta que se convierta en una crema uniforme y enseguida, colocarla en todas las áreas en las que la piel esté seca la piel. Dejar actuar durante 15 minutos y enjuagar con agua tibia.

El coco es una poderosa fruta que ayuda a promover la hidratación de la piel y, por esto, es un gran ingrediente para ser utilizado en cremas para el tratamiento de la piel seca | Foto: Gettyimages

Crema de sábila con aceite de coco

La sábila es una planta medicinal que posee propiedades humectantes y ayuda a calmar la irritación en la piel, aliviando rápidamente la comezón e incluso las quemaduras en la piel asociadas a una exposición solar prolongada. Del mismo modo contiene propiedades que ayudan a regenerar la piel y a desinflamarla. Respecto al coco, esta poderosa fruta ayuda a mejorar el aspecto de la piel seca y áspera, debiéndose principalmente a su contenido de ácidos grasos.

Ingredientes

  • 1/2 taza de gel de sábila (aloe vera);
  • 2 cucharadas de aceite de coco.
La sábila es una planta medicinal que posee propiedades humectantes y ayuda a calmar la irritación en la piel, aliviando rápidamente la comezón e incluso las quemaduras en la piel asociadas a una exposición solar prolongada | Foto: Jugo de sábila para limpiar el colon.

Preparación: en primer lugar, se debe lavar las hojas de sábila muy bien, abrir y retirar la pulpa hasta obtener 1/2 taza. Luego se debe mezclar el aceite de coco hasta formar una pasta uniforme, puede utilizarse la licuadora para mezclar los ingredientes mejor. Finalmente, colocar la crema en un recipiente y mantenerla el recipiente alejado de la luz solar.