Las verduras son alimentos que no deben faltar en las dietas saludables. Estos productos le aportan al organismo: fibra, vitaminas, minerales y otros nutrientes que son clave para prevenir el desarrollo de enfermedades.

Las opciones para incluir en los platos son múltiples y una de ellas es la alcachofa. Este vegetal sirve para reducir los niveles de colesterol y glucosa en la sangre, previniendo enfermedades, como obesidad, infarto y diabetes, indica el portal de salud Tua Saúde.

Además, puede actuar como coadyuvante en las dietas destinadas a controlar el peso. Como nutriente resulta muy adecuada para evitar los excesos de la dieta pobre en verduras y fibra y excesivamente rica en grasas, precisa la editorial científica Elservier.

El hígado es uno de los órganos más expuestos a sobrecargarse de toxinas. | Foto: Getty Images

Su consumo regular es clave para cuidar la salud y particularmente algunos órganos como el hígado, el cual juega un papel determinante para el metabolismo, el sistema inmunológico y el digestivo, entre otros. Se encarga de eliminar toxinas, almacenar nutrientes y digerir grasas, al tiempo que trabaja en la depuración de la sangre.

Aliada del hígado

La alcachofa ayuda a protegerlo. Tua Saúde asegura que esta verdura es fuente de compuestos antioxidantes, como los flavonoides y los polifenoles, que protegen este órgano y ayudan a eliminar las toxinas del organismo por la orina, las heces y el sudor.

Información de la fundación estadounidense AARP, indica que, por ejemplo, la cinarina, considerada la sustancia activa más relevante de esta hortaliza, parece ser la responsable de proteger este órgano contra sustancias tóxicas como el tetracloruro de carbono, producto que se ha empleado para la manufactura de líquidos refrigerantes y propulsores de aerosoles, extinguidores y algunos plaguicidas.

Las alcachofas tienen propiedades hepatoprotectoras. | Foto: Getty Images

De igual forma, ayuda a aumentar la bilis, por lo que facilita la digestión de los alimentos grasos, impidiendo la aparición de pesadez, gases y acidez. Descongestiona el hígado al hacer la bilis más fluida y drenar la vesícula evitando la formación de piedras biliares.

En relación con la digestión, AARP cita un estudio, publicado en la revista Phytomedicine, según el cual el 40 % de las personas con indigestión que consumieron extracto de hojas de alcachofa reportaron disminución de las molestias abdominales y una mejoría sustancial en su calidad de vida.

De otra parte, se dice que en caso de haber padecido ya una enfermedad hepática, la inulina, polisacárido abundante en la alcachofa, tiene el efecto de regenerar las células de este órgano, favoreciendo su proceso de curación.

De acuerdo con AARP, los científicos han determinado los efectos benéficos de la alcachofa sobre las células hepáticas, midiendo la concentración en la sangre de enzimas que se elevan cuando hay un mal funcionamiento del hígado.

Una publicación de la revista Mejor con Salud, afirma que este alimento es bueno para aliviar la inflamación intestinal y para regular el metabolismo.

Las alcachofas son buenas para la digestión. | Foto: LuVo

Más bondades de la alcachofa

Por ser rica en fibras y agua, la alcachofa ayuda a la formación del bolo fecal y la evacuación de las heces a través del intestino, siendo un alimento muy útil para combatir el estreñimiento y para ayudar a eliminar las toxinas. Tua Saúde asegura que también es rica en inulina, un tipo de fibra prebiótica que sirve de alimento para las bacterias benéficas del intestino, manteniendo la flora intestinal saludable.

Esta misma fibra actúa ayudando a perder peso, ya que es digerida más lentamente, prolongando la saciedad entre comidas y disminuyendo el apetito. Además, por contener un bajo nivel de calorías y promover la eliminación de exceso de líquidos del organismo, la alcachofa es una buena opción para incorporar en las dietas para adelgazar.

Por último, esta verdura es rica en potasio, un mineral que aumenta la producción de orina, eliminando el exceso de sodio en el organismo, ayudando así a controlar y a prevenir la presión alta. También es rica en antioxidantes, como los flavonoides y carotenoides, que inhiben la producción excesiva de radicales libres, promoviendo la salud de las arterias.