Las personas pueden sentirse cansadas física y mentalmente en cualquier momento de la vida. El agotamiento puede presentarse por falta de sueño, poca actividad física, exceso de trabajo o estrés.
A esto se suman otras razones como el sobrepeso y la ingesta de una alimentación poco saludable. La recomendación de los expertos es que la dieta le brinde al organismo las vitaminas y minerales que requiere para su normal funcionamiento.
En este proceso las vitaminas son claves. La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos asegura que hay 13 de estos nutrientes que son determinantes para funcionamiento celular, el crecimiento y el desarrollo normal de las personas.
Dentro de ese grupo hay algunas favorables para hacerle frente a la fatiga y el cansancio tanto físico como mental. Destacan las del complejo B y la vitamina C, pues proporcionan un impacto directo en el metabolismo energético, mejorando el funcionamiento del sistema inmune y la formación de glóbulos rojos. En la lista de favorables para cumplir con este propósito están las siguientes.
La tiamina proporciona energía
Una vitamina clave para prevenir y aliviar el cansancio físico y mental es la tiamina o también conocida como B1. De cuerdo con los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, este nutriente es determinante porque ayuda a convertir los alimentos en la energía que la persona requiere. De igual forma, es crucial para el crecimiento, desarrollo y funcionamiento de las células del organismo.
Este nutriente se puede obtener de productos integrales y alimentos fortificados como el pan, los cereales, las pastas y el arroz; carne (en especial de cerdo), pescado y legumbres como los fríjoles negros y la soya, además de semillas y nueces.
La deficiencia de esta vitamina puede causar, entre otras afecciones, pérdida de peso y apetito, confusión, pérdida de memoria, debilidad muscular y problemas cardíacos. Cuando el problema es más grave, ocasiona una enfermedad llamada “beriberi”, que genera síntomas adicionales como el hormigueo y entumecimiento en las manos y los pies, la pérdida muscular y la falla en los reflejos, según la citada fuente.
Más vitaminas para hacerle frente al cansancio
La ingesta de vitamina C es clave para evitar el cansancio y la fatiga crónica. Una publicación de la revista Mejor con Salud asegura que la fatiga crónica y la continua sensación de cansancio pueden ser síntomas de escorbuto, un problema de salud grave que está relacionado con la deficiencia de la mencionada vitamina y que requiere tratamiento médico inmediato.
Información del instituto de investigaciones clínicas Mayo Clinic indica que si las personas toman vitamina C por sus propiedades antioxidantes, es posible que los suplementos no ofrezcan los mismos beneficios que se pueden obtener de los alimentos naturales. La cantidad diaria recomendada de esta vitamina es de 90 miligramos para hombres adultos y 75 miligramos para mujeres adultas.
Para evitar el cansancio también es clave incluir en la dieta riboflavina, ya que aporta en la producción de glóbulos rojos y en la liberación de energía de las proteínas.
Otra que no debería faltar es la niacina, que cumple un papel fundamental, pues transforma los alimentos en energía. Se encuentra en productos como la leche, huevos, arroz, pescado, legumbres, maní y carnes magras, entre otros alimentos.
La B5 o ácido patoténico ayuda al cuerpo a descomponer y utilizar los alimentos y la B6 se encarga de producir hemoglobina, la sustancia que transporta el oxígeno en los glóbulos rojos hasta los tejidos. Una deficiencia de este nutriente puede causar una forma de anemia. En el caso de la vitamina B12, ayuda a la formación de glóbulos rojos en la sangre y al mantenimiento del sistema nervioso central.