La depresión y la ansiedad son problemas de salud mental que afectan a millones de personas en todo el mundo. La ansiedad, en particular, se encuentra entre las más comunes, afectando a más del 18% de los adultos en Estados Unidos cada año. En Colombia, la situación también es preocupante, con un 4,7% de la población afectada por la depresión, según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) presentado por el portal Mental Punto de Apoyo de la Universidad Javeriana.
Si bien existen tratamientos médicos disponibles, también se ha explorado el uso de remedios naturales y caseros para ayudar a combatir el estrés y la ansiedad. A continuación, presentamos cinco remedios naturales que han mostrado potencial para ayudar con estas afecciones.
1. Aromaterapia
Los aromas pueden tener un impacto significativo en nuestro estado de ánimo y bienestar emocional. De acuerdo con el portar Diario Femenino, la aromaterapia utiliza aceites esenciales para mejorar el ánimo y promover la relajación. La lavanda es uno de los aceites esenciales más populares en la aromaterapia y se ha utilizado para tratar la depresión y el insomnio. Su aroma característico induce el sosiego y la meditación, lo que puede ayudar a recuperar el equilibrio emocional. La aromaterapia puede ser una opción complementaria para reducir el estrés y la ansiedad en la vida cotidiana.
2. Aceite de Canabidiol (CBD)
El aceite de CBD proviene de la planta de marihuana, pero a diferencia de otras formas de marihuana, no contiene tetrahidrocanabinol (THC), la sustancia que produce efectos alucinatorios. El portal Medical News Today indica que el aceite de CBD ha sido objeto de investigación y se ha encontrado que tiene un potencial significativo para reducir la ansiedad y el pánico. En áreas donde la marihuana médica es legal, los médicos también pueden recetar el aceite de CBD. Aunque se considera generalmente seguro, es importante hablar con un profesional de la salud antes de utilizarlo, especialmente si se toman otros medicamentos.
3. Tés de hierbas
Algunas hierbas han sido estudiadas por sus posibles efectos en la ansiedad. El portal Mayo Clinic indica que entre estas hierbas se encuentran:
- Valeriana: Algunas personas han reportado menos ansiedad y estrés con su uso, pero los resultados son mixtos. Se considera segura en dosis recomendadas, pero no debe tomarse durante períodos prolongados sin supervisión médica.
- Manzanilla: Puede ser eficaz para reducir los síntomas de ansiedad y nerviosismo. Se debe tener precaución si se toman medicamentos anticoagulantes.
- Toronjil: Estudios preliminares indican que puede reducir síntomas de ansiedad como nerviosismo y excitabilidad. Generalmente se considera segura en el uso a corto plazo, pero no debe ser consumida en exceso debido a que puede provocar náuseas y dolor abdominal.
Es importante tener en cuenta que los suplementos a base de hierbas no están regulados de la misma manera que los medicamentos y que pueden interactuar con otros medicamentos, por lo que se debe consultar a un médico antes de usarlos.
4. Alimentos ricos en Omega-3
Los ácidos grasos omega-3, presentes en pescados de agua fría, linaza, nueces y otros alimentos, han sido estudiados como posibles tratamientos para la depresión y los síntomas depresivos en personas con trastorno bipolar según el portal Mayo Clinic. Si bien se consideran generalmente seguros, es importante no tomar dosis altas sin supervisión médica, ya que pueden interactuar con otros medicamentos.
5. El chocolate
De acuerdo con el portal Mejor con Salud, el chocolate negro, consumido tradicionalmente en estados de desánimo, ha demostrado tener efectos beneficiosos en la reducción de síntomas depresivos. Un estudio publicado en la revista Depression and Anxiety encontró que el consumo de chocolate negro se asoció con la reducción de síntomas depresivos relevantes. Sin embargo, las pruebas no son firmes en este sentido y el consumo de chocolate debe realizarse con moderación.
Si bien estos remedios naturales pueden ser útiles como complemento para reducir el estrés y la ansiedad, es importante recordar que cada persona es única y que lo que funciona para algunos puede no funcionar para otros. Es fundamental hablar con un profesional de la salud antes de incorporar cualquier remedio natural a la rutina diaria y considerar un enfoque integral que incluya cambios en el estilo de vida y el tratamiento médico cuando sea necesario.