Las manos son una de las partes del cuerpo que más expuestas están. El sol, el aire, el frío, la humedad, los cambios bruscos de la temperatura, el uso de jabones y productos químicos pueden dañar la piel de las manos generando grietas y resequedad.

A su vez, el lavado constante de manos es otra causa de este problema, pues aunque el aseo permanente es necesario para eliminar el riesgo de infección, cuando se hace constantemente la dermis se puede irritar y quedar aún más desprotegida.

Las grietas en las manos pueden ser por el frío. | Foto: Luis Diaz Devesa

La piel tiene una estructura compleja formada por dos capas diferentes, la epidermis y, bajo ella, la dermis. A su vez, cada mano tiene 17.000 receptores táctiles y 200 terminaciones nerviosas por centímetro cuadrado, por lo que la piel de un adulto cubre casi dos metros cuadrados y muda alrededor de 19 kilos de células muertas a lo largo de la vida, según información del portal web Sanitas.

Por ello si no se cuida adecuadamente, en este caso, las manos pueden lucir envejecidas y arrugadas, además de convertirse en uno de los principales signos del paso de los años, pues esta parte del cuerpo es una de las primeras en reflejar el envejecimiento.

En ocasiones la resequedad en las manos también está relacionada con factores hormonales. Principalmente, cuando llega la menopausia, los niveles de estrógenos se reducen y esto lleva a la reducción de la producción de colágeno y elastina, lo que incide en este proceso, precisa el portal Consalud, de España.

No obstante, debe estar atento si está sufriendo de grietas o deshidratación para ser atendido de manera especial, ya que al principio puede ser inofensivo, pero luego se propicia la aparición de infecciones, irritación y más afecciones. Aunque, existen algunas recomendaciones que le ayudarán a sentirse mejor, como:

Manos agrietadas. | Foto: Getty Images/iStockphoto
  • Lávelas con agua tibia: es importante mantener las manos limpias y desinfectadas, por eso es necesario cuidarlas cuando se encuentran agrietadas y la mejor solución de hacerlo es usando un jabón neutro y juagando con agua tibia.

Tenga en cuenta que el agua muy caliente puede disminuir la presencia de gérmenes y empeorar la resequedad. Tampoco debe usar jabón líquido antibacteriano porque elimina las bacterias que protegen la piel.

  • Utilizar guantes de protección. Este es uno de los aliados más convenientes para prevenir la aparición de esta afección y las agresiones en las manos, pues evitan el contacto de las sustancias químicas que tienen los productos de limpieza. Además, previene que el polvo se acumule sobre la superficie cutánea.
  • Abríguese las manos. Las bajas temperaturas afectan la circulación y producen deshidratación en la piel, por tanto lo más recomendable esa usar guantes cuando va a salir a lugares abiertos.
  • Usar protector solar. Este producto disminuye las agresiones de los rayos UV sobre la piel. De hecho, no es necesario tener ningún problema cutáneo para comenzar a usarlo.
Bloqueador solar para las manos | Foto: Getty Images
  • Hidrátelas por dentro y por fuera. Esta recomendación es igual de importante como aplicarse en cualquier zona del cuerpo. Sin embargo, si sufre de resequedad o grietas, es esencial aumentar el consumo del agua y usar cremas humectantes frecuentemente. Así se revitalizará la piel, se disminuirá el riesgo de infecciones y el envejecimiento prematuro.
  • Utilice crema de caléndula. Ayudará a concentrar los compuestos antibacterianos y antinflamatorios que previenen las infecciones e irritación. También, sirve para cicatrizar y los aceites esenciales que contienen humectarán las manos en profundidad para acelerar la curación.