La piel es el órgano más grande del cuerpo humano y el cuidado de esta es muy importante, ya que se pueden prevenir afecciones, se puede evitar el envejecimiento prematuro y se pueden eliminar impurezas.

Por ello, el portal Cocina Vital reveló una mascarilla coreana para tener una piel de porcelana, libre de grasas e impurezas, y solo se necesitan tres ingredientes: miel, leche y harina.

Así las cosas, solo hay que mezclar un poco de cada ingrediente hasta conseguir una pasta homogénea que se deberá aplicar en el rostro por 15 minutos, para, finalmente, retirar con agua tibia.

El cuidado de la piel es importante para hombres y mujeres. | Foto: Getty Images

Ahora bien, para obtener resultados, es importante aplicar la mascarilla, mínimo tres veces por semana, pero antes de hacerlo se debe realizar una prueba de alergia.

Adicional, para tener una piel de porcelana se deben seguir otros cuidados, como, por ejemplo:

1. Proteger la piel del sol: limitar el tiempo que se pasa al sol, especialmente al mediodía, y usar siempre ropa protectora, como sombreros de ala ancha, camisas de manga larga y gafas de sol. Además, se debe elegir un producto para el cuidado de la piel con un factor de protección solar (SPF), pues la American Academy of Dermatology (Academia Estadounidense de Dermatología) recomienda usar un protector solar de amplio espectro con SPF de 30 o más. Asimismo, la entidad sin ánimo de lucro recomienda aplicarse abundante cantidad de protector solar y volverlo a usar cada dos horas, o con más frecuencia si se está nadando o transpirando.

2. Tratar la piel con suavidad y para hacerlo es importante:

  • Limitar la duración del baño. El agua caliente y las duchas o baños prolongados eliminan los aceites naturales de la piel y lo mejor es usar agua tibia en lugar de agua caliente. Evitar los jabones fuertes. Los jabones y detergentes fuertes pueden eliminar los aceites naturales de la piel.
  • Evitar los jabones fuertes. Los jabones y detergentes fuertes pueden eliminar los aceites naturales de la piel.
La aplicación de cremas y mascarillas es una práctica común en el cuidado de la piel. | Foto: Getty Images
  • Secarse con golpecitos. Después del baño lo idea es secarse la piel suavemente con una toalla dando pequeños toques para que quede algo de humedad en la piel.

3. No fumar: fumar puede acelerar el proceso de envejecimiento normal de la piel, lo que contribuye a la formación de arrugas y a otros cambios en el aspecto del rostro, ya que:

  • La nicotina hace que los vasos sanguíneos se achiquen, lo que reduce el flujo de oxígeno y los nutrientes a las células de la piel.
  • Una serie de sustancias químicas desencadenan eventos moleculares que cambian o dañan estructuras que son necesarias para la salud y elasticidad de la piel.
  • Entrecerrar los ojos o fruncir los labios en forma repetitiva contribuye a la aparición de líneas alrededor de la boca y los ojos.
  • El calor y el humo no inhalado pueden secar y dañar la superficie de la piel.

4. Tener una alimentación saludable: existen algunas pruebas de que ciertas vitaminas como la C y E que ayudan a proteger la piel. Asimismo, es importante aumentar la producción de colágeno y entre los alimentos que más se recomiendan para mejorar la producción del colágeno son: el pescado, los huevos, las verduras, las carnes rojas y los frutos secos, al igual que otros que contengan omega-3.

La piel del rostro es una de las más expuestas al ambiente. | Foto: Getty Images

5. Seguir el orden adecuado de los productos: Se inicia con la limpieza, después va el tónico, el contorno de ojos, el sérum, la crema hidratante, la protección solar y, por último, el maquillaje.

De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud (dermatólogo) para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.