No cabe duda que la salud bucal es bastante importante, puesto que los dientes también se ven acechados por diferentes enfermedades como la gingivitis y la periodontitis, sin mencionar las caries o el sarro dental, que son muy comunes.

“La mayoría de países de ingresos bajos y medianos no dispone de suficientes servicios de prevención y tratamiento de las afecciones de salud bucodental”, precisó la Organización Mundial de la Salud (OMS).

dientes amarillos | Foto: Murat Deniz

Por lo general, cuando los dientes se tornan amarillos, no es un signo de una condición de salud oral grave, pues es un proceso natural del envejecimiento. De acuerdo con los expertos, esto sucede cuando el esmalte dental, una capa fuerte que proteje el blanco natural de los dientes, se deteriora con el tiempo, debido al desgaste diario.

De acuerdo con el portal web de Listerine, otro factor que puede desencadenar este problema oral es consumo de tabaco, cigarrillos y tabaco de pipa. Adicional a ello, cuando las personas no se cepillan rutinariamente, ni se usa hilo dental y enjuague bucal, se produce una acumulación de placa y sarro, que acelera la decoloración de los dientes.

Del mismo modo, ciertos medicamentos, como los antibióticos del tipo doxiciclina y la tetraciclina, pueden oscurecer los dientes en niños menores de 8 años de edad. “Algunos antihistamínicos, medicamentos para la presión arterial alta y medicamentos antipsicóticos, también pueden manchar los dientes de manera permanente.

Además, el consumo excesivo de cítricos y alimentos ácidos afectan el esmalte dental. Los vegetarianos tienden a sufren dolencias bucales comunes, porque están acostumbrados a comer alimentos ácidos; utilizan mucho limón en sus platillos y eso perjudica los dientes.

Es importante usar hilo dental para limpiar muy bien los dientes. | Foto: Getty Images

Según la Academia Estadounidense de Dentistas Cosméticos, “la búsqueda de una sonrisa más blanca es asombrosamente popular y rentable: los productos de blanqueamiento son una industria de $3.1 mil millones en todo el mundo y el blanqueamiento es el servicio dental más solicitado”.

Sin embargo, hay muchas personas que no usan adecuadamente los productos para blanquear la dentadura o lo hace de manera excesiva, pues al exagerar genera un potencial de sobreexposición al ingrediente activo del peróxido de hidrógeno y esto puede eliminar el esmalte dental y ocasionar una erosión, debilitando hipersensibilidad e irritación del tejido de las encías.

Las peores maneras para blanquear los dientes

  • El mal uso de las tiras blanqueadoras: estás se encuentran cubiertas de un gel que contienen el ingrediente activo de peróxido de hidrógeno o peróxido de carbamida, el cual puede ocasionar un problema cuando hay contacto prolongado con los tejidos blandos de la boca.

Esto pasa porque las tiras son grandes y el gel irrita las encías, causando sensibilidad. Además, varios estudios han demostrado que pueden penetrar la capa externa del esmalte y descomponer la proteína dentro de los dientes. Es importante que siga las instrucciones correctamente para que no le suceda esto.

Blanquear los dientes con agua oxigenada es perjudicial para el esmalte dental. | Foto: Getty Images
  • Enjuague con agua oxigenada: esto es una idea peligrosa, pues el blanqueamiento es una función de concentración y contacto y al enjuagar con una solución de peróxido de hidrógeno no será efectivo y lo único que logrará es que sea cáustico y dañino, así lo indica Lawrence Fung, un dentista de Los Ángeles, California.
  • Cepillado con fresas o vinagre de manzana: no hay estudios que comprueben que los remedios naturales sean beneficios al momento de blanquear los dientes.

Según Fung, “los agentes blanqueadores más efectivos se basan en formas de peróxido de carbamida debidamente concentradas”. Por tal razón, los blanqueamientos no se logran con la fruta ácida y más bien puede provocar la erosión del esmalte.