Estos pequeños puntos son dilataciones capilares llamadas angiomas y se conocen como puntos rubí. Son manchas vasculares sobreelevadas en la piel que nada tienen que ver con los lunares, los cuales son cúmulos del pigmento principal de la piel, la melanina.
La aparición de estos puntos está directamente relacionada con el envejecimiento de la piel y la herencia genética, y con frecuencia aparecen la zona del tronco y en las extremidades superiores, aunque pueden surgir en cualquier parte del cuerpo y no desaparecer. Sin embargo, existen otros factores que aumentar el riesgo de tenerlos, como por ejemplo la sobreexposición solar o la exposición al sol sin utilizar fotoprotección.
De acuerdo a un estudio publicado en American Family Physician, este es un problema a que afecta hasta el 50 % de los adultos, el cual tiende a darse en los brazos o la espalda; no suelen tener consecuencias clínicas, pero sí es recomendable su revisión.
Los puntos rubí pueden salir en cualquier momento de la vida, en especial a partir de los 30 años. Suelen llamar la atención por su tonalidad y muchas personas lo ven como algo antiestético, lo que lleva a recurrir a intervenciones profesionales para eliminarlos.
Cabe mencionar que son tumores benignos, es decir, acumulaciones de células melanocíticas que, a diferencia de los lunares, no suelen cursar de forma maligna.
En qué momento se debe preocupar por los puntos rojos
Estos angiomas en la piel no son cancerosos y, por tanto, no debería preocupar. Pero si llega a sentir este tipo de señales, lo más aconsejable es que asista al dermatólogo para saber las consecuencias de ello:
- Percátese que no aparezcan grandes cantidades en una zona en concreto.
- Si estos puntos le duelen, le pican o le incomodan, es mejor que consulte con un médico porque estos angiomas no deben molestar.
- Si al rozarlos con algo sangran, acuda a un dermatólogo es anormal que pasé eso.
- Observe la tonalidad y la forma. Si en algún momento llega a notar que ese color rojo se está volviendo oscuro o sus bordes se tornan rugosos o irregulares, hable con un especialista.
Concetta D’Alessandro, dermatóloga del Instituto de Dermatología Integral (IDEI) señala que “el mejor tratamiento para eliminarlos son los láseres vasculares, como el PDL o el KTP, que permiten quitar muchos en una misma sesión, garantizando que no quedan marcas ni cicatrices asociadas al tratamiento. Además, el paciente puede incorporarse a su rutina el mismo día en que se realiza la terapia”.
Es necesario recordar que no es aconsejable eliminarlos en la casa y de forma casera mediante métodos naturales, pues aunque haya soluciones inofensivas, hay otras que pueden resultar peligrosas.
Queratosis pilaris
Existe una afección llamada queratosis pilaris que causa pequeñas protuberancias rojas y blancas y con mayor frecuencia afecta las partes externas de los brazos. También puede impactar los antebrazos y la parte superior de la espalda, aunque esto es menos común. Se puede presentar piel áspera o seca, parches de protuberancias pequeñas e indoloras en la piel y picazón.
De acuerdo con los expertos, esto se puede tratar con humectantes que contengan ácido láctico, retinoides, ácido salicílico y terapias con láser o luz.
Por último, la dermatitis de contacto también incide en la aparición de puntos rojos. Se produce cuando la persona se acerca a una sustancia que irrita la piel o desencadena una reacción alérgica. Esto puede provocar algunos síntomas como una erupción, piel seca con escamas y grietas, una erupción cutánea brillante y enrojecida, picazón intensa, opresión o sensación de ardor y sensibilidad a la luz del sol.
Su tratamiento depende de la causa y gravedad de los síntomas. Si la dermatitis se limita a un área pequeña, se puede aplicar crema de hidrocortisona al 1 %. De igual forma, es posible que el especialista recete antihistamínicos tópicos u orales más fuertes cuando la afección no responde a los medicamentos de venta libre.