Una mala salud circulatoria puede ser uno de los factores que representa mayores complicaciones para el cuidado del cuerpo. Sin embargo, durante mucho tiempo no son pocas las personas que han subestimado los efectos que esto puede tener.

La buena noticia es que este problema de salud puede contrarrestarse con hábitos adecuados en el día a día. De ahí que después de los 40 años se debe incluir más verduras en la dieta, consumir menos carnes rojas y harinas refinadas, disminuir el consumo de grasas animales y de los refrescos con azúcar añadido, por citar solo algunas recomendaciones.

Las varices se producen debido a la insuficiencia venosa es decir, por la incapacidad de las venas de las piernas para ejercer su función de retorno de la sangre hacia el corazón. | Foto: Getty Images

En ese sentido, se debe enfatizar en que una mala salud circulatoria se puede expresar a través del cuerpo humano de distintas formas, principalmente a través de la hinchazón de venas y arterias, la aparición de varices o, en el peor de los casos, los accidentes cardiovasculares que pueden poner en grave riesgo el desarrollo de la vida humana.

En el caso puntual de las varices, se trata de una de las mayores preocupaciones de la salud y de la apariencia de las extremidades inferiores.

Es preciso explicar que normalmente, las válvulas unidireccionales en las venas de las piernas mantienen el flujo de sangre hacia el corazón. Cuando las válvulas no funcionan correctamente, la sangre regresa por la vena. Esta se inflama por la sangre que se acumula allí, lo cual provoca las varices con el paso del tiempo.

Las varices son de color azul oscuro o púrpura, y a menudo están retorcidas y abultadas debajo de la piel, diferente de las venas arañas, es decir, las líneas de venas rojas o azules mucho más pequeñas que puedes ver en la superficie de tu piel.

En un principio, tratarlas puede convertirse en una tarea realmente difícil. Sin embargo, algunos hábitos pueden resultar alivianando esta dificultad, permitiendo que se vean efectos en un periodo de tiempo relativamente corto, según reseña el portal Sumédico.

1. Estire las piernas

El primero de estos hábitos a tener en cuenta es estirar las piernas a diario. Este simple ejercicio durante el día a día es ignorado por parte de muchas personas con hábitos de vida sedentarios. Pero, su realización puede permitir que se reduzcan las varices, ya que de esta manera se mejora la circulación hacia estas áreas del cuerpo.

Las venas varices aparecen por permanecer mucho tiempo sentado o de pie. | Foto: Getty Images

2. Arriba las piernas

Otro buen ejercicio es elevar las piernas; esto no solo puede aliviar las varices, sino también permitir que el cuerpo humano combata ciertos dolores que se pueden presentar en las extremidades, facilitando el flujo sanguíneo hacia las piernas. Según los expertos, este ejercicio puede ser realizado durante al menos 15 minutos seguidos.

3. A mover el cuerpo

Todo esto debe ser complementado con un combate constante al sedentarismo. De que lo ideal es evitar permanecer durante periodos de tiempo excesivamente largos de pie o sentados. Esto puede dar paso a que la circulación presente distintas dificultades, que pueden afectar de manera directa a las venas y las arterias, las cuales requieren estar en un estado completamente sano para así evitar la aparición de varices.

4. Usar medias especiales

Por otra parte, existen otras herramientas que también pueden ser de gran ayuda para combatir las varices. Un ejemplo son las medias de compresión. Estos accesorios ayudan a que las venas se mantengan en un estado sano, evitando que se hinchen, además de reducir los riesgos de calambres u otras afectaciones musculares.

Las varices son problemas circulatorios comunes. | Foto: Getty Images

5. No le tema al agua fría

Finalmente, se puede tener en cuenta la toma de duchas con agua fría, ya que estas son de gran beneficio para combatir afectaciones relacionadas con la hinchazón del cuerpo.

Por el contrario, el uso excesivo de agua caliente puede ser contraproducente para mejorar la circulación, llegando a producir hinchazón o pesadez en caso de que sea muy constante.