La enfermedad de Alzheimer es un trastorno del cerebro que lentamente destruye la memoria y las habilidades de pensamiento y, con el tiempo, la capacidad de realizar hasta las tareas más sencillas, de acuerdo con el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento que hace parte de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.
Respecto a los síntomas, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, señaló que las personas con enfermedad de Alzheimer podrían pasar por las siguientes situaciones:
- Repetir afirmaciones y preguntas una y otra vez.
- Olvidar conversaciones, citas médicas o eventos.
- Extraviar artículos y, a menudo, ponerlos en lugares en los que no tiene sentido hacerlo.
- Perderse en lugares que solían conocer bien.
- Con el tiempo, olvidar los nombres de familiares y de objetos de uso cotidiano.
- Tener problemas para encontrar el nombre adecuado de objetos, para expresar pensamientos o para participar en conversaciones.
Asimismo, el portal Paz Mental señaló que hay un síntoma particular en las personas con alzhéimer: el síndrome de ocaso que se presenta cuando cae el sol, y por lo general las personas se sienten inquietas y con ansiedad.
Ahora bien, Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, explicó que se es más propenso a presentar el mal de Alzheimer si:
- Se es mayor, ya que se presenta en personas de 60 años en adelante.
- Se tiene un pariente consanguíneo cercano, como un hermano, hermana o padre con alzhéimer.
- Se tiene ciertos genes ligados al mal de Alzheimer.
No obstante, es importante señalar que ningún tratamiento puede detener la enfermedad, pero, según Mayo Clinic, se pueden modificar un número de factores de riesgo en el estilo de vida, como, por ejemplo:
1. Hacer ejercicio en forma regular. Las nuevas directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana para todos los adultos, incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad, y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes.
2. Llevar una alimentación de productos frescos, aceites saludables y alimentos bajos en grasas saturadas, como la dieta mediterránea que está basada en:
- Comidas a base de vegetales, con solo pequeñas cantidades de carne de res y pollo.
- Más porciones de granos enteros, frutas y verduras frescas, nueces y legumbres.
- Alimentos que en forma natural contengan cantidades altas de fibra.
- Aceite de oliva como la fuente principal de grasa empleada para preparar los alimentos. Este aceite es una grasa saludable y monoinsaturada.
- Alimentos que se preparan y sazonan de manera simple, sin salsas ni jugos de la carne.
3. Seguir las pautas de tratamiento para controlar la presión arterial alta, la diabetes y el colesterol alto.
4. Dejar de fumar, si se hace.
“Los estudios demostraron que participar en eventos sociales, leer, bailar, jugar juegos de mesa, crear arte, tocar instrumentos musicales y otras actividades que requieren un compromiso mental y social ayudan a conservar las capacidades intelectuales en la edad adulta y reducen el riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer”, señaló la entidad sin ánimo de lucro en su portal web.
Sobre la misma línea, es muy importante dormir bien, pues no dormir lo suficiente se ha relacionado con la pérdida de memoria, al igual que el sueño intranquilo y las alteraciones frecuentes del sueño.
Vitaminas para prevenir el alzhéimer
El portal Nutri-Facts reveló que “un nuevo estudio realizado en el Reino Unido, indicó que un mayor consumo de ácido fólico, vitamina B6 y vitamina B12 parece prevenir el encogimiento (atrofia) de regiones cerebrales clave relacionadas con el deterioro cognitivo y el alzhéimer en pacientes con un mayor riesgo de demencia”.
Por ello, los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés) explicaron que el consumo de vitamina B6 dependerá de la edad y el sexo, pero en promedio son:
- Bebés hasta los 6 meses de edad: 0.1 mg
- Bebés de 7 a 12 meses de edad: 0.3 mg
- Niños de 1 a 3 años de edad: 0.5 mg
- Niños de 4 a 8 años de edad: 0.6 mg
- Niños de 9 a 13 años de edad: 1.0 mg
- Adolescentes (varones) de 14 a 18 años de edad: 1.3 mg
- Adolescentes (niñas) de 14 a 18 años de edad: 1.2 mg
- Adultos de 19 a 50 años de edad: 1.3 mg
- Adultos (hombres) de 51 o más años de edad: 1.7 mg
- Adultos (mujeres) de 51 o más años de edad: 1.5 mg
- Mujeres y adolescentes embarazadas: 1.9 mg
- Mujeres y adolescentes en periodo de lactancia: 2.0 mg
Entre tanto, las dosis de vitamina B12 son:
- Bebés hasta los 6 meses: 0,4 mcg
- Bebés de 7 a 12 meses: 0,5 mcg
- Niños de 1 a 3 años: 0,9 mcg
- Niños de 4 a 8 años: 1,2 mcg
- Niños de 9 a 13 años: 1.8 mcg
- Adolescentes de 14 a 18 años: 2,4 mcg
- Adultos: 2,4 mcg
- Mujeres y adolescentes embarazadas: 2,6 mcg
- Mujeres y adolescentes en periodo de lactancia: 2,8 mcg
Adicional, las recomendaciones promedio de ácido fólico son:
- Del nacimiento a los 6 meses de edad: 65 mcg DFE
- Bebés de 7 a 12 meses de edad: 80 mcg DFE
- Niños de 1 a 3 años de edad: 150 mcg DFE
- Niños de 4 a 8 años de edad: 200 mcg DFE
- Adolescentes de 14 a 18 años de edad: 400 mcg DFE
- Adultos mayores de 19 años de edad: 400 mcg DFE
- Mujeres y adolescentes embarazadas: 600 mcg DFE
- Mujeres y adolescentes en periodo de lactancia: 500 mcg DFE
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y, por ello, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.