Un estudio del Hospital Brigham and Women’s y la Facultad de Medicina de Harvard (Estados Unidos) descubrió que las personas con apnea obstructiva del sueño tienen un mayor riesgo cardiovascular debido a la reducción de los niveles de oxígeno en sangre, explicada en gran medida por la interrupción de la respiración.

La apnea obstructiva del sueño se asocia desde hace tiempo a un mayor riesgo de problemas cardiovasculares, como infarto de miocardio, ictus y muerte, pero las conclusiones de este estudio, publicado en la revista científica American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine, muestran el mecanismo mayormente responsable de la relación.

“Estos hallazgos ayudarán a caracterizar mejor las versiones de alto riesgo de la apnea obstructiva del sueño. Creemos que incluir una versión de mayor riesgo de la apnea obstructiva del sueño en un ensayo clínico aleatorizado demostraría, con suerte, que el tratamiento de la apnea del sueño podría ayudar a prevenir futuros resultados cardiovasculares”, detalló el doctor Ali Azarbarzin, autor del estudio.

Los investigadores revisaron los datos de más de 4.500 adultos de mediana edad y mayores, y trataron de identificar las características de la apnea obstructiva del sueño que podrían explicar por qué algunas personas eran más propensas que otras a desarrollar enfermedades cardiovasculares o muerte relacionada.

El colesterol elevado puede taponar las arterias. | Foto: Getty Images

Las características fisiológicas de la apnea obstructiva del sueño evaluadas incluían la carga hipóxica, que es una reducción de los niveles de oxígeno en sangre durante el sueño; la carga ventilatoria, que son interrupciones de la respiración debidas a la obstrucción de las vías respiratorias; y los despertares nocturnos, que se producen cuando una persona se despierta repentinamente del sueño debido a la interrupción de la respiración y que pueden provocar un aumento de la presión arterial o de la frecuencia cardiaca.

Mientras que la gravedad de la apnea del sueño se define como el número de veces que se obstruyen las vías respiratorias durante una hora de sueño, este estudio pretendía caracterizar mejor los mecanismos subyacentes de la apnea obstructiva del sueño e identificar aquellos que predicen con fuerza un aumento de los riesgos cardiovasculares.

Además, los investigadores descubrieron que una carga hipóxica elevada se debía sobre todo a una obstrucción grave de las vías respiratorias y no a otros factores, como la obesidad abdominal o una función pulmonar reducida.

“Eso es algo que hace que esta métrica sea específica de la apnea del sueño. Las conexiones se explican menos por la obesidad u otro factor”, detalló Gonzalo Labarca, otro de los responsables de esta investigación.

Dormir con el celular. | Foto: Getty Images

Los autores apuntan que los hallazgos tienen el potencial de cambiar cómo se evalúa la apnea del sueño, pero necesitan ser validados a través de futuros estudios.

“Comprender estos mecanismos podría cambiar la forma en que se diseñan los ensayos clínicos sobre la apnea del sueño y lo que se mide en la práctica clínica”, recalcó la directora del Centro Nacional de Investigación de Trastornos del Sueño del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de Estados Unidos, Marishka K. Brown.

El hombre no puede dormir porque su esposa ronca | Foto: Getty Images

Síntomas de la apnea obstructiva del sueño

Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la investigación y práctica médica, explica que la apnea obstructiva del sueño es el trastorno respiratorio más común relacionado con el sueño. Existen varios tipos de apnea del sueño, pero la que más se suele diagnosticar es la apnea obstructiva del sueño. Este tipo de apnea ocurre cuando los músculos de la garganta se relajan y bloquean las vías respiratorias durante el sueño.

  • Somnolencia diurna excesiva.
  • Ronquidos fuertes.
  • Episodios observados de pausas en la respiración durante el sueño.
  • Despertar brusco con jadeo o atragantamiento.
  • Dolor de cabeza por la mañana.
  • Dificultad para concentrarse durante el día.
  • Cambios del estado de ánimo, como depresión o irritabilidad.
  • Presión arterial alta.
  • Disminución de la libido.

*Con información de Europa Press.