El mal humor es un estado de ánimo donde predomina la irritabilidad y la emoción del enfado. De hecho, hay personas que suelen viven con esta emoción constante y otras que parece como si nada les molestase, por lo que el mal humor aparece de forma inconsciente y suele generar otras alteraciones que afectan el organismo.

De acuerdo con el portal web Alceapsicologia, las causas del mal humor son múltiples, entre ellas, la frustración que se genera cuando hay una sensación de injusticia y descontento que podemos arrastrar de forma habitual. Otra causa es el enfado, una emoción que moviliza el cuerpo y que ayuda de cierto modo a emprender acciones y a poner límites con los demás.

Para el psicólogo Alberto Álamo, del equipo de psicología on-line de PSIKO señala a La Vanguardia que “el mal humor se produce cuando no aceptamos que nuestras expectativas no se han cumplido, ya sean las grandes metas vitales u otras más modestas”. Asimismo, el experto recuerda que, si bien es complicado y la situación de incertidumbre en diversos frentes provocada por el confinamiento tampoco ayuda, lo mejor para reducir el nivel de ira es la aceptación.

El cansancio y la fatiga puede desencadenarse por un mal manejo del estrés. | Foto: David Alexander

Respecto a esto, es fundamental tener buenos hábitos de vida, entre ellos, una alimentación saludable rica en vitaminas y minerales, pero también dejar a un lado algunos que aumentan este estado de ánimo. A continuación, La Vanguardia da a conocer algunos que se deben restringir para evitar el mal humor:

Harinas refinadas

Normalmente, la falta de energía suele ir de la mano de un estado de ánimo bajo y de una mayor tendencia a la irritabilidad. Es por ello fundamental limitar el consumo de las harinas refinadas; de hecho, “las recomendaciones nutricionales cifran que hasta el 70% de la energía consumida debe provenir de hidratos de carbono y grasas. En este sentido, se aconsejan los hidratos no refinados procedentes de los cereales integrales, ya sea en forma de arroz, pasta, pan o cereales de desayuno”

El pan integral es aquel pan que ha sido elaborado con harina no refinada, es decir, que se ha dejado el grano integral. | Foto: Getty

Bollería industrial

La ingesta de alimentos procesados azucarados, como la bollería industrial, determinados snacks, los zumos industriales o los refrescos azucarados debe limitarse para tener un buen estado de salud. De acuerdo con la dietista-nutricionista del Hospital HM Delfos, Eva Rodríguez, “aunque aparentemente dan mucha energía, los procesados azucarados lo que hacen es provocar un aumento de azúcar en sangre, de manera que cuando estos niveles disminuyen nos podemos sentir más irritados y cansados”. Cabe mencionar que el consumo excesivo de azúcar favorece la liberación de endorfinas, lo cual provoca bienestar durante la hiperglucemia y también necesidad de más azúcar.

Precocinados

Las grasas saturadas y trans son poco benéficas para la salud, por lo que se aconseja el consumo de grasas mono y poliinsaturada, que son las que se encuentran en alimentos como el aguacate, los frutos secos y el aceite de oliva, que además de aportar energía garantizan una buena salud cardiovascular.

Pasteles

Uno de los ingredientes que se suelen utilizar para realizar pasteles es el huevo, una buena fuente de triptófano y proteínas, que ayuda mejora el estado de ánimo y también contribuye a mantener la masa muscular, lo que permite sentirse más fuertes y con más energía. Sin embargo, cuando su uso mayoritario se encuentra en la repostería, suele afectar la salud mental y emocional de las personas. “La cesta de la compra ha cambiado en estos días y es una buena muestra de que tendemos a buscar el placer con la comida por encima de elecciones alimentarias saludables. Se ha disparado el consumo de harina, nata, mantequilla, levadura, azúcar y alcohol”, detalla Rodríguez.

El consumo excesivo de pastelería deteriora la salud emocional. | Foto: Peter Dazeley

Café o té

El consumo excesivo de estas bebidas puede causar insomnio, un factor decisivo que influye sobre el humor. Así las cosas, Rodríguez propone sustituirlos por un pequeño vaso de leche antes de dormir, ya que la leche no solo es rica en triptófano, sino que también nos ayuda a conciliar el sueño.

“Evitar los excitantes como el ejercicio físico intenso por la noche, la exposición a pantallas o el consumo excesivo de cafeína porque contribuirán a la falta de relajación y, como consecuencia, a la dificultad para dormir”, indica el especialista en mención.