Hace muchos años que las botas se volvieron una prenda obligada del ropero femenino por su versatilidad, su utilidad a la hora de protegerse del clima y, por qué no decirlo, porque elevan el sex appeal de las mujeres, en particular desde que Jane Fonda protagonizó la cinta Barbarella, en los años 1960.
En las recientes pasarelas, también ha quedado demostrado su furor “indestronable”, en especial en los países que pronto afrontarán el otoño y el invierno, aunque las botas ejercen tal fascinación en el género femenino, que muchas son capaces de saltarse las barreras del clima para calzarlas y sentirse bien vestidas.
Sin embargo, hay que recordar que el vestir no solo es una cuestión de gusto, sino de conveniencia. Es decir, para verse realmente bien hay que saber adaptar las prendas a la propia silueta y estilo y eso es algo que a veces se les pasa por alto a las mujeres bajitas que no se pueden resistir a la tentación de unas botas.
Uno de los retos de estas mujeres a la hora de vestirse, es que la ropa no las haga ver más pequeñas de lo que son, pero también que su figura se vea bien proporcionada y ello se logra teniendo en cuenta los efectos ópticos que pueden producir las prendas.
Así, ellas deben evitar los modelos muy anchos ya que tienden a acortar la figura y por ende a hacer que ellas se vean de menor estatura.
De igual modo, ciertos tipos de botas anchas pueden hacer que las pantorrillas se vean más delgadas, lo que le da un aspecto extraño al conjunto.
De acuerdo con Vogue, el consejo para ellas es no arriesgarse con unas botas anchas así sean el último grito de la moda.
Otro modelo que no se recomienda para las mujeres de poca estatura, afirma también la célebre revista de moda, es el de las botas muy largas.
Ello porque también tienden a recortar la silueta y en especial si son de colores oscuros o contrastan con unos vaqueros.
También constituye un paso en falso usar unas botas muy altas con una minifalda.
La publicación aconseja tener cuidado al combinar botas con una falda largo midi o a la mitad de la pantorrilla. En este caso, también para evitar que se acorte la figura, lo menor será que las botas no queden al ras de la prenda y dejar un poco de distancia entre ellos.
Lo ideal para que este tipo de mujeres les saquen el mejor provecho a estos modelos es que hagan de los botines cortos su calzado de cabecera en este ítem. Si deciden arriesgarse por algo un poco más alto, las bajitas siempre deberían procurar que no vayan mucho más allá de los tobillos.
Si quieren aparentar unos centímetros más, es una buena idea mezclar estos botines con unos pantalones pitillo negros.
Botas con jeans son otra combinación versátil y ganadora, pero las bajitas deben procurar que sean de un tono similar al de los vaqueros. Ese mismo criterio se debe aplicar si se acompañan con leggins.
Además, pueden ganar en estatura, si los botines se combinan con conjuntos de dos piezas estampados o con enterizos en tonos más oscuros que las botas.
Otro truco que ayuda a estilizar el cuerpo es que las botas o botines tengan una terminación triangular.