El ámbito de la intimidad exhibe una notable diversidad, ofreciendo múltiples oportunidades para la exploración y experimentación con la persona con la cual se va a interactuar.
Si alguien busca fortalecer la conexión con su pareja y explorar nuevas maneras de alcanzar el clímax, ciertas posturas sexuales podrían abrir el camino hacia un estado de éxtasis compartido.
No obstante, es importante reconocer que estas experiencias no son igual de efectivas para todas las mujeres en un 100 %.
Por lo tanto, es aconsejable que la persona pruebe enfoques novedosos cada vez que tenga la oportunidad de estar con su pareja. Esto les permitirá descubrir lo que más beneficia en el momento de la actividad sexual.
Técnicas y posiciones que pueden permitir que una persona llegue al clímax
1. Técnica de alineación coital
Esta posición, a pesar de sonar complicada, resulta ser sencilla y altamente efectiva para lograr una experiencia sumamente placentera. Se basa en la postura clásica del misionero, con una variante clave: debe ubicar a su pareja un poco más arriba de lo habitual.
En lugar de los movimientos convencionales, puede sugerirle que mueva su pelvis hacia arriba y abajo. Esta acción dirigirá su área genital hacia el clítoris, lo que generará una estimulación intensa capaz de conducir al clímax de manera satisfactoria.
2. El perrito
Una posición emblemática que brinda la oportunidad de descubrir sensaciones novedosas. Cuando la pareja se coloca de rodillas dando la espalda a su pareja, posibilita una penetración profunda y excitante.
Para intensificar el placer, es posible añadir una dimensión adicional mediante el uso de dedos o un vibrador, estimulando el clítoris y enriqueciendo la experiencia sensorial.
3. Vaquera invertida
Acomodarse encima de la pareja que está recostada boca arriba le brinda a la persona el dominio y la oportunidad de descubrir niveles de placer inexplorados.
Al adoptar esta posición, es posible dirigir el pene hacia el punto G, lo que conlleva una estimulación intensa y gratificante.
4. En cucharita: una de las posturas que no puede faltar
Esta posición destaca no solo por su encantadora intimidad derivada del abrazo cercano, sino por su habilidad de activar todas las zonas sensibles.
Recostarse de costado en la misma orientación que la pareja y ajustar los movimientos de manera apropiada son clave. Al empujar suavemente el área trasera hacia atrás, se consigue aumentar la intensidad del placer.
5. Penetración dando la espalda
Esta estratégica posición se erige como óptima para maximizar la estimulación. Al darle la espalda a la pareja, se favorece un mayor contacto entre el pene y la pared interna anterior de la vagina, una región altamente sensitiva.
Además, dicha postura brinda la oportunidad de estimular el clítoris y el punto G de manera simultánea, garantizando un goce completo.
Es importante tener en mente que la clave para la intimidad radica en la comunicación sincera y el respeto mutuo. La pareja no debe dudar en explorar nuevas posturas, adaptándolas a sus preferencias y ritmos individuales. La experimentación y la conexión emocional pueden ser la puerta a nuevas travesías de placer compartido.
Llegar al orgasmo
Sílvia Pastells, experta en psicología de la salud, sexología y terapia de parejas, señala que “el orgasmo está directamente influenciado por diversos factores como aspectos fisiológicos, biológicos, psicológicos y sociales”.
La experta destaca que la salud física y mental, el entorno social en el que cada individuo se desenvuelve, las experiencias vividas y las actitudes hacia el cuerpo y el placer, todos estos elementos desempeñan un papel influyente en este aspecto.
Por su parte, Fernando Rosero Mera, médico de la Universidad de La Sabana y sexólogo clínico de la Universidad de Barcelona, subraya que no es válido estereotipar ni afirmar que ciertas posiciones sexuales son más beneficiosas que otras, ya que, en su opinión, no existe evidencia sólida respaldando que haya posiciones que, en general, faciliten alcanzar el orgasmo.
“Posturas como el perrito (el hombre detrás), la cuchara (ambos mirando hacia el mismo lado) o la amazona (la mujer situada encima, mirando hacia delante o hacia atrás) permiten que la mujer misma se toque el clítoris o se lo toque su pareja” y esto las convierte en buenas opciones, concluyó Pastells.