La próstata es una glándula del sistema reproductor masculino y se encuentra debajo de la vejiga. Se trata de un órgano esencial para la función sexual, reproductiva y urinaria, de manera que todas las enfermedades que la afectan tienen implicaciones en estos tres ámbitos.

Mayo Clinic explica que la prostatitis es un trastorno de la glándula prostática que por lo general se asocia con inflamación.

“La prostatitis con frecuencia provoca dolor o dificultad al orinar, además de dolor en la ingle, la zona pélvica o los genitales. Las infecciones bacterianas son la causa de algunos casos de prostatitis”, anota la fuente consultada.

La enciclopedia médica MedlinePlus reseña que existen cuatro tipos de prostatitis:

  • Prostatitis crónica: también se llama síndrome de dolor pélvico crónico. Es el tipo más común de prostatitis.
  • Prostatitis bacteriana aguda: comienza repentinamente a partir de una infección bacteriana y se trata con antibióticos. No es común.
  • Prostatitis bacteriana crónica: ocurre cuando una infección bacteriana sigue reapareciendo. Los síntomas suelen comenzar lentamente. Puede tardar más tiempo en tratarse que la prostatitis bacteriana aguda.
  • Prostatitis asintomática: no presenta síntomas y, por lo general, no necesita tratamiento. Es posible que sepa que la tiene después de someterse a pruebas para detectar otros problemas de salud.
Es recomendable que los hombres acudan al urólogo para monitorear el estado de la próstata. | Foto: Getty Images

Los síntomas de la prostatitis pueden variar, aunque en la mayoría de los casos incluyen:

  • Dolor o sensación de ardor al orinar (disuria).
  • Dificultad con la micción, como goteo o vacilación urinaria.
  • Micción frecuente, en especial a la noche (nicturia).
  • Necesidad urgente de orinar.
  • Orina turbia.
  • Sangre en la orina.
  • Dolor en el abdomen, la ingle o la región lumbar.
  • Dolor en la parte entre el escroto y el recto (perineo).
  • Dolor o incomodidad en el pene o los testículos.
  • Eyaculación dolorosa.
  • Fiebre, escalofríos, dolores musculares y otros síntomas parecidos a los de la gripe (con prostatitis bacteriana aguda).

En caso de presentar alguno de los síntomas mencionados previamente, es recomendable acudir a un profesional de la salud para obtener un diagnóstico preciso y definir el tratamiento adecuado.

La inflamación de la próstata puede ocurrir por varios factores. Es conveniente acudir al médico para obtener un diagnóstico preciso. | Foto: Getty

Infusión para aliviar la próstata inflamada

La medicina alternativa ofrece algunas opciones naturales para aliviar la próstata inflamada. Sin embargo, es pertinente mencionar que los remedios caseros no cuentan con respaldo científico, de manera que su efectividad no está garantizada en un 100 %.

Dicho esto, antes de intentar cualquier tratamiento, lo más recomendable es consultar con un médico de confianza.

El portal Mundo Deportivo recoge que un remedio natural para desinflamar la próstata es la infusión de jengibre. Esta raíz destaca por sus propiedades antiinflamatorias, además, se le atribuye la capacidad de mejorar la circulación.

Por su parte, Healthline anota que el gingerol es el principal compuesto bioactivo en el jengibre y es al que se le atribuye la mayor cantidad de beneficios para la salud.

“El gingerol tiene poderosos efectos antiinflamatorios y antioxidantes. Por ejemplo, puede ayudar a reducir el estrés oxidativo, que es el resultado de tener una cantidad excesiva de radicales libres en el cuerpo”, sostiene el citado portal.

En cuanto a la infusión de jengibre para desinflamar la próstata, se recomienda beberla dos veces al día durante un mes. No obstante, este tratamiento no sustituye bajo ningún concepto la perspectiva médica.

Dicho esto, el consumo de la infusión de jengibre para desinflamar la próstata deben contar con el aval de un profesional de la salud.

Al jengibre se le atribuyen numerosos beneficios para la salud. | Foto: GettyImages

¿Cómo preparar la infusión de jengibre?

Ingredientes:

  • Una cucharada de jengibre rallado (10 gramos).
  • Una taza de agua (250 mililitros).

Preparación:

  • Agregar la ralladura de jengibre en el agua y calentar hasta que alcance su punto de ebullición.
  • Dejar que hierva a fuego lento durante diez minutos.
  • Retirar del fuego y dejar reposar hasta que obtenga una temperatura apta para el consumo.
  • Colar y beber.