Óscar Ramos, profesor de la Universidad de la Salle y Ph.D en Ciencias Naturales de la Universidad de Zurich fue uno de los colombianos que hizo parte de la tercera expedición a la Antártida, en la que se encargaría de comparar los ecosistemas del continente austral con los de glaciales colombianos, para entre otras cosas, entender la vida que existe en esos ecosistemas y para evaluar los efectos del cambio climático. Un proyecto un poco extraño si se tiene en cuenta que Colombia es un país tropical y el segundo con mayor biodiversidad del mundo.Puede leer: El colombiano que exploró la Antártida para analizar los efectos del cambio climático.Este biólogo entiende que él es uno de los pocos investigadores colombianos que se ha interesado en estudiar los ecosistemas glaciales en el país, pero considera que saber que sucede con la vida allí es tan importante como estudiar la mega diversidad que hay en los bosques y las selvas colombianas. Su pasión por los paisajes fríos y congelados comenzó gracias a su afición al montañismo. A medida que conocía los picos de altas montañas más era su interés por la poca vida que existe allí.El profesor explica que entre los glaciales y el páramo existe una zona conocida como el súper páramo, en donde existe una vegetación básica, la vida es escasa y sus suelos están conformados por la morrena, unos arenales producto del roce de las rocas con el glacial. Allí, los líquenes, unas pequeñas plantas comienzan a crecer y su función es acondicionar el suelo para que después lleguen otras seres establezcan. Estas plantas y su conquista de un medio agreste para la vida es lo le llama la atención a Oscar.Pero él no quería conformarse con estudiar los ecosistemas cercanos a los glaciales colombianos, su ambición era hacer una comparación con la Antártida. Y la oportunidad se dio cuando la Comisión Colombiana del Océano comenzó a recoger propuestas de investigación para la tercera expedición al continente austral. Oscar y un grupo de investigadores de la Universidad de La Salle conformado ingenieros ambientales, biólogos, matemáticos y miembros del museo de La Salle, armaron el proyecto “Implicaciones del cambio climático en los ecosistemas aledaños a los glaciales colombianos en comparación con los presentes en ambientes antárticos”, que resultó de interés para la Comisión.Puede leer: Colombia ha perdido el 63% de sus glaciares en solo 50 años.Si bien el proyecto fue seleccionado Oscar fue el único que pudo viajar. Se embarcó a finales del 2016 cuando la Antártida se encuentra en verano. Allí se encargaría de investigar cómo es el proceso de crecimiento y colonización de los líquenes cuando el hielo empieza a retroceder por el aumento de las temperaturas.En los meses que estuvo en el continente austral recogió una gran cantidad de datos sobre el crecimiento de los líquenes que esperan complementarse con la información recolectada en los páramos colombianos y espera tener las conclusiones del estudio en 2018. Por ahora lo que ha podido constatar es lo mismo que otros científicos han demostrado, pero que muchos políticos han querido negar: “el aumento de temperaturas por cambio climático empeora cada vez más. Los glaciales de las zonas de América y África ecuatorial retroceden a un ritmo muy rápido. Y este es un proceso que si bien, se saben sus causas, todavía es muy poco lo que se conoce sobre el efecto que causa en los ecosistemas como el súper páramo. Allí radica la importancia y nuestro afán por conocer qué pasa con seres como los líquenes”, explica Ramos.