La cirugía estética ha cambiado drásticamente en la última década gracias al desarrollo de nuevos procedimientos. Según Alexandra Mora, médica y cirujana, hoy los pacientes tienen muchas más opciones, algunas son intervenciones no quirúrgicas, que han hecho que muchos a quienes las cirugías les parecían muy drásticas se hayan acercado a este tipo de soluciones para verse mejor. Se les llama procedimientos mínimamente invasivos y “han sido la puerta de entrada de esas personas que tienen algún impedimento para someterse al quirófano. Incluso ha hecho que los hombres se acerquen más a este tipo de soluciones estéticas para verse y sentirse mejor”. Cuenta que los hombres se hacen microdermoabrasiones para mejorar la apariencia de la piel, que deja de ser opaca y con este procedimiento vuelve a ser radiante. También se aplican botox para relajar pequeñas arrugas para verse menos rígidos y bravos. Otro procedimiento que les gusta es aplicar ácido hialurónico para recuperar el tejido que se ha perdido y que hace formar los surcos en el entrecejo o alrededor de los ojos. A esto se le suma los estimuladores de colágeno para aquellos que se les escurre la cara. Unas gotas y el paciente logrará lo que ella llama un lifting líquido. “Estos les gustan mucho a los hombres, aunque también son favoritos entre las mujeres”.
En realidad las opciones de hoy son inmensas. Mora menciona que también hay procedimientos con equipos de ultrasonido de alta frecuencia que a medida que lo aplica en la en la papada y en las cejas o mejillas caídas la piel sube gracias a que el tejido graso se pega al músculo. “Es como una templadita, la gente se ve bien enseguida, pero requiere de varias sesiones, que se hace cada cuatro semanas, para tener el mejor efecto. Para las cicatrices, los poros abiertos y la piel muy maltratada ella recomienda el micro needling o micro agujas, un aparatito que se ponen en un sentido específico. Como el organismo siente que ha habido un daño o una injuria produce muchas células nuevas. El plasma avanzado también ayuda a producir células nuevas. “El resultado es una piel iluminada”, dice, y la recomienda para personas que quieren verse mejor pero no desean cambios dramáticos. El plasma consiste en sacar sangre al paciente y someter el líquido a un proceso en el que la parte roja se separa de la blanca. En esta última quedan sustancias que son super vitaminas y que al inyectarla en la piel estimula la producción de colágeno y que la piel tenga nuevas células y elastina. El Peeling superficial es para las personas que tienen manchas. Este no es del que despelleja la cara. Tan solo produce picazón de 5 a 10 minutos y a los 15 días la piel se ve muy bonita. El Láser Fräsen, por su parte, calienta las fibras de colágeno y de elastina, y eso provoca contracción en los tejidos lo que a su vez produce un lifting.
La técnica de los hilos también gusta mucho, dice Mora. Se usan para subir la papada. Cuando la gente tiene doble mentón se pone un hilo en un extremo se fija, se estira y en media hora se quita la papada. Pero a los seis meses porque cuando el organismo los absorbe hay que repetirlo. Son ideales para quien no tiene tiempo de operarse o le teme a la cirugía. Aunque a ella no le gusta el aumento de labios porque daña su estructura, pero si usa el ácido hialurónico para perfilarlo. “No es volver los labios como los de Angelina Jolie sino darles el contorno natural y armónicos y que la gente sienta que no ha perdido esta línea de la sonrisa. La experta asegura que ninguno de estos es doloroso ni incapacitante y aunque a veces se presentan efectos secundarios como morados estos solo duran de ocho a diez días, dependiendo de cada persona, y se pueden esconder con maquillaje para que esto no impida ir al trabajo. “Los resultados son inmediatos pero puede haber el problema del morado porque son zonas muy vascularizadas”. Otro problema es que son de corta duración. La cirugía tiene la ventaja de durar siete años. Pero en estos casos la persona tiene que estar cada año o, en el caso del Botox, cada tres meses aplicándolo. Mora explica que la cirugía es necesaria en algunos casos, como cuando hay demasiado tejido flácido sobrante. “La única forma de mejorar es cortando y reacomodando los músculos y el tejido graso. Los huesos se reabsorben y nuestra cara va cambiando. Nosotros tratamos de reponer lo que se ha perdido, reubicamos los tejidos y recortamos si sobra”, señala. Para esta cirujana todos los extremos son malos: tanto no cuidar la piel como ser obsesivo con los procedimientos. El equilibrio es verse bien porque “eso hace parte de quererse a sí mismo”. Lo que más incide en cómo envejece la piel es el factor hereditario, el cigarrillo, no comer bien y exponerse al sol. Y lo mejor para tener la piel sana, dice, es echarse crema hidratante, bloqueador solar y vaselina en los labios a diario.