Las pocas necropsias covid que existen en el mundo han desempeñado un papel fundamental durante la pandemia. Gracias a ellas hoy se sabe que el virus entra en el cuerpo a través del receptor de una enzima conocida como ACE2, que está principalmente en la nariz, pero también a lo largo del tracto respiratorio y otros sistemas. Por eso, las partículas virales pueden colarse al corazón, el riñón, el intestino y el hígado, y afectar su respectiva función. Esto plantea un desafío a la ciencia, pues es casi imposible encontrar un tratamiento eficaz para una falla multiorgánica.   Hacer estas necropsias hoy es todo un reto. Es difícil conseguir el consentimiento de los familiares y hay que cumplir muchos protocolos para acceder a los cadáveres. Un artículo publicado en mayo en "Nature" advirtió sobre esta disyuntiva: los gobiernos buscan evitar la propagación del virus, pero para resolver el rompecabezas es fundamental analizar grandes cantidades de muestras de cada órgano. No obstante, “hoy existen poco más de 300 necropsias publicadas”, dice Parra. Una cifra baja al considerar que hay 20 millones de contagiados y más de 740.000 muertos.   El primer reporte de una necropsia de este tipo llegó de Wuhan en diciembre de 2019 y poco a poco fueron saliendo otras: dos en Italia, tres más en España y así en cada país. “Alemania ha aportado mucho, con más de 30, y en Latinoamérica solo existen las de Brasil”, afirma el patólogo. Según él, estas últimas son las más interesantes. El resto son ‘in situ‘ y estudian tejido de un solo órgano. Pero las de Brasil analizan todo, desde cerebro, pulmón, corazón, bazo, médula ósea, ganglios linfáticos hasta testículos. “Permiten ver muy bien el espectro de toda la enfermedad”, dice el experto.    Él y su equipo han revisado con ojo de águila gran parte de las autopsias de covid-19 publicadas en las bases de datos del mundo. Eligieron aproximadamente 250, entre las que hay casos de China, Italia, España, Alemania y Brasil. Al analizarlas en conjunto, encontraron datos importantes sobre cómo ataca el virus.   Lea el artículo completo con los hallazgos aquí.