Hoy los expertos saben a grandes rasgos que el covid-19 puede propagarse a través de tres vías: el contacto con superficies, las gotículas (pequeñas gotas que expulsamos al toser o al estornudar) y los aerosoles (gotas líquidas que flotan en el aire y tienen un tamaño menor a 5 micrones). Esta última ha sido objeto de gran debate dentro de la comunidad científica, pues la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha sido cautelosa en afirmar que este nuevo virus es capaz de quedar suspendido en el aire durante más tiempo y a mayor distancia de lo que se creía en un principio. Al día de hoy su postura es que la principal vía de contagio son las gotículas, y que si bien el virus puede transmitirse por aerosoles, solo sucede en espacios con condiciones muy precisas, como los hospitales o la presencia de personas en sitios abarrotados y mal ventilados en un periodo largo de tiempo.