Los astronautas Chris Cassidy y Beb Behnken completaron la primera de al menos cuatro caminatas para reemplazar viajas baterías. Pero ocurrió un hecho curioso, Cassidy perdió el espejo que llevaba en su traje espacial y que le permite tener mejor visión cuando trabaja. El artefacto mide apenas 12,7 x 7,2 centímetros, pero se suma a los 20.000 objetos que flotan por el espacio. “No hay daños en el tejido ni nada similar”, le dijo al Control de Misiones.