Los asistentes a una fiesta anti-San Valentín en el Museo de las Relaciones Rotas en Los Ángeles amanecieron hoy convencidos de que los fracasos en el amor no tienen edad, género, ni nacionalidad, pero todos se pueden sobrepasar."Es algo muy bonito, cuando una persona se siente herida y puede ver que otra persona paso por lo mismo y lo superó", aseguró a Efe ya de madrugada Nancy Tovar, una de las más de 100 personas que asistieron a la celebración.La idea de la fiesta anti-San Valentín surgió del museo que rinde homenaje al desamor con una colección de objetos que representan decenas de relaciones que terminaron.Le recomendamos: Cinco mitos sobre el origen de San ValentínLas 115 historias que forman la colección del museo están contadas por epitafios escritos por los mismos afectados que donaron de forma anónima las piezas para ser exhibidas."Espero que la gente salga del museo sintiéndose conectados y con esperanza, cada uno de estos objetos representa a alguien que ha superado una dificultad", dijo a Efe Alexis Hyde, directora y curadora del Museo de las Relaciones Rotas.Para la mexicana Isela Vilchis, esta celebración antagónica del Día de lo Enamorados abre un espacio a personas como ella.Divorciada y sin novio, la inmigrante de 38 años encontró en esta fiesta una forma de festejar el amor desde otra perspectiva. "Hay que celebrar el amor, el amor en todos los aspectos. El amor duele, también eso es parte del amor" indicó.Las historias de objetos, como una plancha con la que un hombre alisó su traje de matrimonio y guardó varios años después de su separación, ayudaron a los asistentes a este peculiar festejo a conectarse con la propuesta de liberación de resentimientos.Consulte: ¿Quién fue San Valentín y por qué es el santo del amor?"Ver que usted es uno de muchos creo que le quita la vergüenza de experimentar un rompimiento y catalogarlo como malo. No es algo malo, es algo natural, y nos pasa a todos" indicó Hyde.Aunque la mayoría de relatos de despecho lograron sacar una sonrisa a los invitados a esta fiesta, historias tan crudas como la que hay detrás de unos implantes de seno llevaron a muchos a la reflexión."Nadie se muere de amor, pero estas historias nos hace caer en cuenta que realmente ponemos en riesgo la vida por una relación", advirtió Julio HernándezEl epitafio de la relación cuenta que una mujer se vio presionada por su pareja para someterse a una cirugía de agrandamiento de senos, porque él le decía que sus pechos no eran lo suficientemente grandes.Después de cinco años el cuerpo de la joven rechazó los implantes y ella tuvo que someterse a un procedimiento de reconstrucción. El hombre la obligó a devolverle el dinero del tratamiento médico para después dejarla.La joven relata que encontró en la exhibición una idea saludable para dejar atrás una relación que le causó mucho dolor."Historias muy intensas, pero también con mucha esperanza, estoy dejando ir para empezar de nuevo" interpreta VilchisInspirados en esta catarsis de resentimientos, los organizadores de la fiesta se aventuraron a realizar un concurso para premiar la peor ruptura de una relación.Una pared del museo sirvió de confesionario donde los participantes dejaron sus historias en espera del ganador, la mayoría de los que se atrevieron a participar en el reto fueron mujeres.Hyde enfatizó que el objetivo de realizar una fiesta anti-San Valentín no es avalar el despecho, sino establecer un lugar donde se pueda venir a disfrutar de la vida sin las presiones de tener que tener una cita con flores o chocolates.Además, la iniciativa no se basa solo en las relaciones románticas, en el Museo de las Relaciones Rotas, las historias de desamor entre padres e hijos, amigos, compañeros de trabajo e incluso con uno mismo tienen un lugar, el primero en su clase en el país.La celebración anti-San Valentín forma parte de varias iniciativas del museo este mes, los eventos van desde actividades con terapeutas, psicólogos, astrólogos, personas que leen el tarot, hasta expertos en Feng Shui.La exhibición será renovada en seis meses y las donaciones anónimas se reciben de todas partes del mundo, aseguro Hyde.