Perder peso y mantener una figura con la que cada quien se sienta bien es una de las mayores obsesiones de las personas; sin embargo, hay quienes prueban diferentes métodos para llegar a una talla específica, mejorar su salud y lucir bien, pero no alcanzan los resultados.

El deporte y la alimentación son claves a la hora de lograrlo y, por lo general, cada vez que comienza un año nuevo, este es el propósito de muchos, aunque con el pasar de los meses y al ver que no se ha logrado un avance, desisten y vuelven a retomar los hábitos del pasado, algunos como seguir consumiendo alimentos que no ayudan y otros como no mover el cuerpo por al menos 30 minutos en el día.

La habichuela posee una gran cantidad de minerales como sodio, potasio, calcio, yodo, fósforo, magnesio y hierro. Foto: Mahmoud Elkhwas/NurPhoto vía Getty Images | Foto: Getty Images

Incluir frutas y verdura en la dieta diaria permitirá que el organismo esté en óptimas condiciones. Es el caso de las habichuelas, verdura que contiene una gran cantidad de vitaminas C, K, A y B2. El betacaroteno (vitamina A) y la vitamina C tienen importantes propiedades desinflamatorias, lo que ayuda al organismo a combatir enfermedades como el asma, la artritis y el reumatismo, dolencias que se incrementan con el paso de los años y que desmejoran la calidad de vida de las personas.

Asimismo, según un informe presentado por el Departamento de Agricultura de Carolina del Norte, en Estados Unidos, esta verdura es clave en el tratamiento de las migrañas, pues su alto contenido de riboflavina, además de darle energía de sobra al cuerpo, está relacionado con la disminución de estos molestos y duros dolores de cabeza.

Esta verdura también es muy buena a la hora de eliminar el colesterol malo, gracias a la ya mencionada presencia de vitamina C y A dentro de sus componentes; por su parte, la vitamina K que contienen las habichuelas es ideal para ayudar a cuidar la salud de los huesos, pues permite fortalecerlos y gracias a su consumo se permite que las moléculas de calcio se fijen dentro de los huesos.

El cobre también está presente en las habichuelas y ayuda, de gran forma, a la salud ósea, pues permite la producción de lysyl oxidase, una enzima que fortalece los huesos y las articulaciones y, además, contribuye a mejorar la elasticidad de los vasos sanguíneos.

Este alimento será un gran aliado si su objetivo es perder peso. Entre otras cosas, tienen una gran sensación de saciedad. | Foto: Getty Images

¿Cómo se deben consumir las habichuelas para bajar de peso?

Bajar de peso es un proceso que requiere dedicación, esfuerzo y paciencia, pues cuando se buscan dietas rápidas, estas podrían ocasionar un efecto rebote, que es cuando se recupera el peso perdido al terminar la dieta rápida, o se puede ocasionar que la persona se estanque en el peso, es decir, que no suba ni baje esos kilos de más.

En consecuencia, los expertos aseguran que para ver cambios hay que hacer pequeñas modificaciones diarias en la alimentación y en el cuidado físico como el ejercicio, ya que la constancia es un factor clave para lograr ver resultados.

Las habichuelas pueden consumirse a saciedad por su bajo nivel calórico y por su alto contenido en betacaroteno (que también ayudará para aquello del bronceado).

Así las cosas, ‘La Vanguardia’ reveló que el consumo de habichuelas ayuda con el proceso de pérdida de peso, porque es un alimento con pocas calorías, bastante agua y se les puede atribuir un papel depurativo.

Por ello, la recomendación es cocinarlas al vapor por cinco o siete minutos y agregarlas en ensaladas o en purés. No obstante, estas deben estar acompañadas de una alimentación balanceada y saludable que tenga proteínas, grasas, carbohidratos y todos los nutrientes que el cuerpo necesita como:

  • Frutas y verduras, al menos 400 g (o sea, cinco porciones) al día, excepto papas, batatas, mandioca y otros tubérculos feculentos.
  • Legumbres (como lentejas y alubias), frutos secos y cereales integrales (por ejemplo, maíz, mijo, avena, trigo o arroz moreno no procesados).
  • Menos del 10 % de la ingesta calórica total de azúcares libres, que equivale a 50 gramos (o unas 12 cucharaditas rasas) en el caso de una persona con un peso corporal saludable que consuma aproximadamente 2.000 calorías al día, aunque para obtener beneficios de salud adicionales lo ideal sería un consumo inferior al 5 % de la ingesta calórica total.
  • Menos del 30 % de la ingesta calórica diaria procedente de grasas.
  • Menos de cinco gramos de sal (aproximadamente una cucharadita) al día. La sal debería ser yodada.