La hipertensión es el término médico que se utiliza para describir la presión arterial alta y, si se deja sin tratamiento, puede llevar a muchas afecciones médicas en las que se incluyen enfermedades del corazón, accidente cerebrovascular, insuficiencia renal, problemas en los ojos y otros problemas de salud, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Además, explica que la presión arterial se mide de la siguiente manera:

  • Una presión arterial normal es menor a 120/80 mm Hg la mayoría de las veces.
La mayoría de las personas con presión arterial alta no tiene signos ni síntomas. | Foto: Peter Cade/Getty Images
  • Si el número superior de la presión arterial está entre 120 y 130 mm Hg y el número inferior es menor a 80 mm Hg, se denomina presión arterial elevada.

Ahora bien, Cualquier persona puede tener presión arterial alta, pero algunas tienen una mayor probabilidad de tenerla, como, por ejemplo:

  • La edad. La probabilidad de tener presión arterial alta aumenta con la edad, especialmente la hipertensión sistólica aislada.
  • El historial familiar. La presión arterial alta puede ser hereditaria en el caso de algunas familias.
  • La raza. Las personas afroamericanas, o de raza negra, tienen un mayor riesgo de presión arterial alta.

No obstante, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reveló que la mayoría de personas hipertensas ignoran que lo son, pues la enfermedad no siempre va acompañada de síntomas o signos de alerta, por lo que se dice que mata silenciosamente.

Por ello, la única manera de detectar la hipertensión es recurrir a un profesional de la salud para que mida la tensión arterial, y si se detecta hipertensión hay que tener cambios en los hábitos para evitar problemas y para bajarla.

Es más, 20 Minutos reveló que la infusión de apio ayuda a bajar la presión arterial, porque “tiene unas sustancias con propiedades antiinflamatorias que ayudan a controlar la retención de líquidos”.

Además, el portal portugués de salud, nutrición y bienestar, Tua Saúde, indicó que “el apio es rico en potasio, un mineral que ayuda a eliminar el sodio en exceso del organismo, y además contiene antioxidantes que permiten que los vasos sanguíneos se relajen, mejorando la circulación sanguínea y promoviendo disminución de la presión arteria”.

Respecto al consumo, “se puede comer crudo, cocido al vapor o al horno y para hacer diferentes recetas, como salsas, sopas, ensaladas, cremas, en forma de palitos como snacks con queso blanco y hierbas e incluso para preparar jugos, licuados o té”.

De hecho, para preparar el té, solo hay que hervir una taza de agua y agregar 20 g de cualquier parte del apio. Después, se esperan diez minutos, se cuela y se bebe.

Información nutricional por 100 gramos de apio
  • Energía: 15 calorías
  • Agua: 94,4 g
  • Proteína: 1,1 g
  • Grasa: 0,1 g
  • Carbohidratos: 1,5 g
El apio es un alimento con propiedades diuréticas y depurativas. | Foto: Foto: Getty Images.
  • Fibra: 2,0 g
  • Vitamina B1: 0,05 mg
  • Vitamina B2: 0,04 mg
  • Vitamina B3: 0,3 mg
  • Vitamina C: 8 mg
  • Vitamina B9: 16 mcg
  • Potasio: 300 mg
  • Calcio: 55 mg
  • Fósforo: 32 mg
  • Magnesio: 13 mg
  • Hierro: 0,6 mg
El apio es rico en agua y potasio. | Foto: Getty Images

De todos modos, antes de consumir algún alimento, lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, ya que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.