De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) el hígado es un órgano que cumple con distintas funciones como almacenar nutrientes, eliminar desechos, producir bilis, entre otros. Incluso la Asociación Catalana de Pacientes Hepáticos ASSCAT asegura que el hígado cumple con más de 500 funciones vitales, siendo un órgano indispensable para el cuerpo.

Al igual que otros órganos suele verse aquejado por distintas enfermedades como hepatitis, cáncer o hígado graso.

Hepatitis

La Organización Mundial de la Salud (OMS) menciona que la hepatitis es la inflamación del hígado causada por distintos virus que puede llegar a ser mortal. Dentro del grupo de cepas, las más comunes son la hepatitis A, B, C, D y E, cada una con una causa distinta.

“En particular, los tipos B y C provocan enfermedad crónica en cientos de millones de personas y, en su conjunto, son la causa más común de defunciones relacionadas con cirrosis hepática, cáncer y hepatitis viral”, añade la entidad en su página oficial.

El hígado graso es una enfemredad común. | Foto: Getty Images

Hígado graso

La Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (MedlinePlus) señala que la enfermedad de hígado graso se debe a la acumulación de grasa en este órgano y se divide en dos:

  • Hígado graso por alcohol: como su nombre lo indica, se debe al alto consumo de bebidas alcohólicas.
  • Hígado graso no alcohólico: se debe a la acumulación de grasa que causa inflamación en el hígado que dentro de las complicaciones más graves puede desarrollar cáncer de hígado y cirrosis.

Cabe recordar que según el National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases, en la cirrosis el hígado está cicatrizado, lo que impide su funcionamiento normal, empeorando su condición si hay enfermedades subyacentes.

En el caso del cáncer de hígado el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) precisa que esta enfemredad inicia con la formación de células en la estructura hepática, clasificándose en dos tipos: el carcinoma hepatocelular y el cáncer de vías biliares, mismos que se encuentran en el cáncer primario de hígado.

El hígado graso es una enfermedad silenciosa a la que se debe prestar atención para evitar complicaciones mayores. | Foto: Getty Images

Por tanto, es importante consultar con un profesional de la salud para determinar cada uno de los tratamientos que necesitan estas afecciones; sin embargo, el ajo es un alimento que se caracteriza por ser antiinflamatorio que puede colaborar con el cuidado y bienestar del hígado.

¿Cómo afecta el ajo al hígado?

El portal Salud 180 señala que el ajo tiene grandes beneficios en la salud de la mujer, por lo que su consumo puede prevenir enfermedades, siendo parte de ciertos tratamientos. Lo anterior no quiere decir que el género masculino no pueda aprovechar de sus propiedades.

Uno de los grandes beneficios de este alimento es que ayuda a la reducción de la presión arterial, que de acuerdo como lo explica Memorial Sloan Kettering Cancer Center este alimento lo que hace es dilatar los vasos sanguíneos y de esta manera ayuda a mejorar la circulación en el cuerpo.

La cáscara de ajo puede ser útil para el organismo. | Foto: Getty Images

Por tanto, Mejor con Salud menciona que el ajo al tener una propiedad antiinflamatoria, lo que hace es combatir las enzimas involucradas con la hinchazón del hígado.

El sitio web de salud también asegura que el ajo al estar compuesto de antioxidantes, lo que hace es reducir el nivel de grasa acumulada no solo en el hígado sino en las arterias, evitando el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.

Incluso citando un estudio publicado en el Journal of Nutrition Biochemistry, precisa que los ajos tienen efectos anticancerígenos que reducen el riesgo de cáncer de hígado y la proliferación anormal de células en el cuerpo.

Finalmente, Gastrolab Web señala que la manera correcta de consumir ajo para tratar el hígado graso es aplastarlo o triturarlo para luego consumirlo.