El mal cuidado del cuerpo humano y la generación de hábitos negativos para la salud puede acabar produciendo fuertes afectaciones para el organismo, entre ellas graves enfermedades.
El cuerpo posee una serie de órganos que cumplen de manera individual con trabajos puntuales, como lo pueden ser los pulmones, el cerebro, los riñones o el corazón. Una una falencia en alguna de estas partes del cuerpo, puede poner en grave riesgo la vida.
En el caso del corazón, se trata del órgano encargado de bombear sangre a través del cuerpo humano. Por ello, una falla en el corazón, puede acabar siendo letal, por lo que hay que estar atento a su funcionamiento.
Este órgano está compuesto por una serie de venas y arterias, las cuales en caso de obstruirse, provocan que el cuerpo entre en un estado de emergencia.
Sin embargo, en algunos casos, a este órgano no se le brindan todos los cuidados que merece. Por lo que existen algunos factores de riesgo que pueden aumentar la posibilidad de sufrir enfermedades cardiovasculares. Entre esos factores están fumar, tener más de 65 años, colesterol y presión arterial altos, diabetes o antecedentes de enfermedades cardíacas en la familia.
Una mala salud del corazón se puede ver reflejada en varias enfermedades en las arterias coronarias. Y, ante la posible aparición de estas dificultades, es importante estar atento a una serie de síntomas que se pueden presentar:
Entre los más comunes suele estar la angina, esto es un dolor o presión en el pecho. También se presenta en otras zonas como el cuello o la mandíbula, a través de dos fases, una estable y otra inestable.
En el caso de la angina estable, esta aparece al realizar una serie de actividades y afectaciones puntuales, por lo que este síntoma sigue un patrón concreto. Mientras que en caso de que esta angina sea inestable, significa que estos síntomas han variado su patrón y pueden aparecer en cualquier momento, siendo inesperados.
En otro orden de ideas, las afectaciones en el corazón y las arterias también pueden generar la llamada isquemia silenciosa, es decir, que se presenten sin ningún síntoma. Y esto incluye en algunos casos ataques al corazón sin ningún síntoma, por lo que es importante realizar chequeos médicos rutinarios.
Otros síntomas a tener en cuenta pueden ser náuseas o dolor de espalda. Sin embargo, estos no implican de manera directa estas afectaciones.
El fruto seco que mejora las funciones del sistema circulatorio
Con el paso de los años y la llegada del envejecimiento, el organismo va sufriendo distintas dificultades, que condicionan la realización de sus funciones diarias y la producción de algunas sustancias necesarias para mantener el cuerpo humano en buen estado.
Algunos de los aspectos más afectados con la llegada de estas condiciones son la pérdida de flexibilidad, la aparición de marcas en la piel como arrugas o de forma más profunda dificultades en la circulación.
Esta mala circulación, según el portal Medline Plus, puede producir distintos problemas para la salud, como aneurismas, coágulos sanguíneos, várices, pies hinchados u otras enfermedades más preocupantes, como bloqueos o estrechamientos de las arterias que pueden acabar poniendo en gran riesgo el desarrollo de la vida.
Las enfermedades en el torrente sanguíneo o en el sistema circulatorio suelen ser las más comunes. Sin embargo, en muchas ocasiones pasan desapercibidas o quienes las padecen no les dan la importancia necesaria para brindarles cuidado.
Estas dificultades pueden causarse por genética, enfermedades del corazón, infecciones, lesiones o el uso de ciertos medicamentos.
Pero varios alimentos ayudan a contrarrestar estas dolencias. Entre estos grupos alimenticios, resaltan los frutos secos, los cuales además de brindar una gran sensación de saciedad poseen una buena cantidad de nutrientes beneficiosos para el organismo, como lo reseña el medio El Español.
En este caso, se resalta el papel de las nueces, gracias a la cantidad de omega-3 que estas poseen. Además, se caracterizan sus grandes propiedades, especialmente en materia antiinflamatoria, así como distintas vitaminas, de forma concreta del grupo B, lo que aporta efectos vasodilatadores. Con ello, se da paso a una mejor circulación y, por ende, también a la eliminación de várices en la piel.