Las várices, esas venas dilatadas y retorcidas que aparecen principalmente en las piernas, pueden causar molestias y afectar la calidad de vida de quienes las padecen. Si bien la cirugía es la única opción para eliminarlas por completo, existen remedios naturales que pueden ayudar a mejorar la circulación sanguínea y aliviar sus síntomas. Entre ellos, el ajo y el limón han demostrado ser ingredientes esenciales.
Según el portal Mundo Deportivo, “el ajo es un buen producto natural para eliminar las várices debido a que estimula y mejora la circulación de la sangre e impide que las venas se inflamen”. Este alimento posee alicina y ajoeno, compuestos sulfurosos que mejoran el flujo sanguíneo y previenen la formación de coágulos. Además, sus propiedades antiinflamatorias reducen la hinchazón y alivian los síntomas asociados con las várices.
Por otro lado, el limón complementa las propiedades del ajo gracias a su contenido en ácido cítrico y antioxidantes. Esto beneficia la salud de los vasos sanguíneos y mejora la circulación. El limón también actúa como emulsionante en la preparación de remedios caseros con ajo, aportando frescura y calmando la inflamación en las áreas afectadas.
El ajo
El ajo no solo es útil para sazonar las comidas, sino que también tiene propiedades terapéuticas que benefician la salud cardiovascular y circulatoria. Sus componentes de alicina y ajoeno son los responsables de sus efectos positivos en el tratamiento de las várices, según lo muestra el portal Mundo Deportivo:
- Mejora la circulación sanguínea: la alicina y el ajoeno presentes en el ajo tienen la capacidad de dilatar los vasos sanguíneos y mejorar el flujo de la sangre, lo que previene la formación de coágulos y ayuda a reducir la presión en las venas afectadas.
- Acción antiinflamatoria: las propiedades antiinflamatorias del ajo ayudan a reducir la hinchazón y aliviar los síntomas de las várices, como el dolor, los calambres y la pesadez en las piernas.
- Fortalece las venas: el ajo contiene quercetina, un flavonoide que fortalece las paredes de las venas y evita su debilitamiento, lo que ayuda a prevenir la aparición de nuevas várices y a mejorar la condición de las ya existentes.
- Protege el sistema cardiovascular: consumir ajo de forma regular puede ayudar a reducir los niveles de colesterol y presión arterial, lo que beneficia la salud del corazón y del sistema circulatorio en general.
Existen diferentes maneras de utilizar el ajo para tratar las várices de forma natural. El portal Mejor con Salud, presenta tres remedios caseros que aprovechan las propiedades del ajo y del limón para mejorar la circulación y aliviar las várices:
Pomada de ajo, limón y aceite de oliva: para preparar esta pomada, se necesitan los siguientes ingredientes:
- 5 dientes de ajo
- 3 cucharadas de aceite de oliva
- Jugo de medio limón
La preparación es sencilla: se deben pelar y triturar los dientes de ajo y luego mezclarlos con el aceite de oliva y el jugo de limón. Después de agitar bien la mezcla, se deja reposar durante toda una noche. Al día siguiente, se cuela la preparación para obtener una pomada lista para su uso.
Para aplicarla, se masajea suavemente la pomada sobre las áreas afectadas por las várices, realizando movimientos circulares y ascendentes para estimular la circulación sanguínea. Se deja actuar durante una hora y luego se enjuaga con agua tibia. Se recomienda repetir este tratamiento tres veces a la semana, preferiblemente por las noches antes de dormir.
2. Tónico de ajo y alcohol etílico: este tónico es ideal para atenuar las várices de reciente aparición. Los ingredientes necesarios son:
- 3 dientes de ajo
- 1 vaso de alcohol etílico
Para prepararlo, se deben pelar los dientes de ajo y machacarlos hasta obtener una pasta. Luego, se agregan al alcohol etílico en un frasco de vidrio y se deja reposar durante toda una noche. Por la noche, se empapa una gasa limpia con la mezcla y se aplica directamente sobre las várices, dejándola actuar durante toda la noche. Se recomienda repetir este tratamiento todas las noches para obtener resultados más rápidos.
3. Masajes con aceite de ajo: otra forma de utilizar el ajo para mejorar la circulación y reducir las várices es mediante masajes con aceite de ajo. Para preparar el aceite, se necesitan los siguientes ingredientes:
- 2 dientes de ajo
- 8 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
Debe pelar los dientes de ajo y colocarlos en una sartén junto con el aceite de oliva. Luego, se calienta a fuego medio-bajo durante 15 a 30 minutos, hasta que el aceite adquiera un tono más oscuro y haya absorbido el aroma del ajo. Después de dejarlo reposar durante 24 horas, se puede utilizar para masajear las áreas afectadas por las várices. Se recomienda realizar los masajes desde los tobillos en dirección a los muslos para estimular la circulación sanguínea.
El ajo y el limón son ingredientes naturales que ofrecen beneficios para mejorar la circulación sanguínea y aliviar las várices. Sus propiedades antiinflamatorias y vasodilatadoras los convierten en opciones efectivas para complementar el tratamiento de esta afección. Sin embargo, es importante tener en cuenta que estos remedios caseros no sustituyen el consejo médico y que en casos severos de várices es necesario consultar a un especialista para recibir un diagnóstico adecuado y un tratamiento apropiado. Además, mantener un estilo de vida saludable, que incluya una dieta equilibrada y la práctica regular de ejercicio físico, es fundamental para el cuidado de la salud cardiovascular y circulatoria.